El número de inmigrantes ilegales que entraron en España el año pasado aumentó un 82,1% en comparación con 2022, hasta 56.852 personas, debido a unas llegadas sin precedentes al archipiélago canario, según cifras provisionales publicadas el miércoles por el Ministerio del Interior.

Esta cifra anual es la más alta desde 2018, cuando llegaron 64.298 migrantes al país, que es una de las principales puertas de entrada a Europa junto con Italia y Grecia. El salto del año pasado se debe principalmente a la afluencia récord registrada en las Islas Canarias, que experimentaron su peor crisis migratoria en 2023.

En total, 39.910 inmigrantes desembarcaron en estas islas situadas en el océano Atlántico, frente a la costa noroeste de África, una cifra superior al 154,5% respecto a 2022 y que supera el récord anterior de 2006. Según la agencia europea Frontex, estos inmigrantes llegaron en particular de Marruecos y Senegal.

La ruta migratoria hacia Canarias es extremadamente peligrosa. Según la ONG española Caminando Fronteras, que depende de las llamadas de emergencia de inmigrantes ilegales en el mar o de sus seres queridos, más de 7.800 inmigrantes murieron entre 2018 y 2022 mientras intentaban llegar al archipiélago desde la costa africana.

Las llegadas a España por el Mediterráneo, desde Marruecos o Argelia, aumentaron un 19,1% el año pasado respecto a 2022, hasta 15.435 personas. Por el contrario, el número de inmigrantes que entraron en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla cruzando sus altas vallas cayó alrededor de un 46%, hasta 1.234. Estos dos enclaves, situados en la costa norte de Marruecos, constituyen las únicas fronteras terrestres de la UE en África.

Este descenso, iniciado en 2022, está vinculado a la normalización de las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos, socio clave de Madrid en la lucha contra la inmigración ilegal. En este contexto de creciente inmigración ilegal, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, celebró a finales de diciembre el acuerdo alcanzado por los Estados de la UE para una revisión del sistema europeo de migración y asilo, que es, según él, «fundamental» para España.

Aunque aumentaron el año pasado, las llegadas de inmigrantes ilegales a España siguen siendo casi tres veces inferiores a las registradas en Italia, la primera puerta de entrada a la UE, según Frontex.