El matrimonio entre personas del mismo sexo es una “práctica abominable”, las parejas homosexuales deben ser “lapidadas” porque “han elegido al diablo” y atraen la “maldición” divina: el presidente de Burundi, Évariste Ndayishimiye, ha lanzado una virulenta diatriba contra la homosexualidad.

El jefe de Estado de este país de los Grandes Lagos africanos, cristiano y conservador, donde las relaciones entre personas del mismo sexo se castigan con penas de hasta dos años de prisión, habló en una conferencia pública en la provincia de Cankuzo (Este) transmitidos por radio y televisión, respondiendo consultas de la prensa y la población.

“Usted me hizo una pregunta sobre esta abominable práctica que hace que un hombre se case con otro hombre y una mujer se case con otra mujer”, declaró, antes de evocar la Biblia. “Les digo la verdad, si quieren traer una maldición a un país, tienen que permitir que personas del mismo sexo se casen. ¿Recuerdas lo que pasó con Sodoma y Gomorra? Entonces Dios vino a decir: ‘Me arrepiento de haber creado al hombre’”, añadió.

“Personalmente, creo que si vemos este tipo de individuos en Burundi, deberíamos meterlos en un estadio y apedrearlos. ¡Y no sería pecado para quien lo haga!”, afirmó Évariste Ndayishimiye, que ya había pedido este año “prohibir” a los homosexuales y “tratarlos como parias”.

También atacó a los países occidentales, que regularmente muestran su oposición a las violaciones de los derechos de la comunidad LGBTQ. En Uganda, otro país de África Oriental, una ley aprobada en mayo por el parlamento que reprime severamente las prácticas homosexuales y la “promoción de la homosexualidad” provocó fuertes condenas occidentales y sanciones por parte de Estados Unidos.

“Usted dijo que los países occidentales están tratando de obligar a los países pequeños a adoptar esta práctica y que no recibirán ninguna ayuda si no la cumplen. ¡Que se queden con su ayuda, que se la queden!”, dijo.

“El que haya elegido al diablo, que se vaya y viva en estos países. Además, creo que quienes se exilian en estos países van allí a adoptar estas prácticas (…) ¡Que no vuelvan nunca más!”, afirmó también. El Código Penal de Burundi castiga las relaciones homosexuales con multas y penas que van de tres meses a dos años de prisión.

En marzo, 24 personas fueron acusadas de “prácticas homosexuales o incitación a prácticas homosexuales” y encarceladas. Siete de ellos fueron condenados, de cinco a dos años de prisión y otros dos a un año de prisión.

En África Oriental, como en muchos países del continente, las personas LGBTQ experimentan estigma y discriminación en sociedades conservadoras, ya sean predominantemente cristianas o musulmanas, donde la homosexualidad es un tabú.