La policía de Sri Lanka anunció el 24 de diciembre que había detenido a cerca de 15.000 personas durante una gran operación antidrogas llevada a cabo durante una semana con el apoyo del ejército y criticada por los activistas de derechos humanos.
Cerca de 13.700 presuntos traficantes fueron detenidos, así como 1.100 consumidores, que deberán someterse a un programa de desintoxicación en centros militares, detalló la policía. En la redada se incautaron 440 kilos de estupefacientes, entre ellos 272 kilos de cannabis, 35 kilos de hachís y nueve kilos de heroína, indicó esta fuente en un comunicado.
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Esta enorme redada fue duramente criticada por los activistas de derechos humanos. El abogado Hejaaz Hizbullah argumentó que los registros y arrestos se llevaron a cabo sin órdenes judiciales y pidió a los afectados que anotaran los identificadores de los agentes para presentar una impugnación legal.
La activista Ambika Satkunanathan, por su parte, destacó la ausencia de investigaciones previas y consideró que la redada se centró “sólo en las zonas pobres”, evitando a los grandes traficantes. La operación deberá reanudarse a partir del 27 de diciembre, siendo movilizada la policía en tareas de seguridad pública durante las vacaciones, dijo la policía.