el ROMA – Diez años. Mucho ha pasado desde el terremoto de magnitud 7 que en tan sólo unos segundos arrasada en Haití. Todo el país, que ya está entre los más pobres en el mundo, fue puesto en la rodilla. Una devastación total, tanto así que tomó varios meses antes de obtener una estimación indicativa de los muertos: 220 mil. Más de un millón de personas desplazadas.

Que era . Desde los primeros momentos de aquel terrible 12 de enero de 2010, las ong presentes en el país de la frontera entró en acción para llevar alivio. Una cadena de solidaridad que llevó a la zona de decenas de tiempo de la firma del Tercer sector, para atraer la atención de la emergencia. Fondos, instalaciones. Todos los aparatos de emergencia activa, para ayudar a aquellos que habían sobrevivido y tratar de reconstruir las instalaciones, ya desmoronamiento de antes del terremoto, pero que después de la tragedia se había roto.

Una década ha pasado, se centró la atención en otros lugares. Y los que se quedaron fue testigo de las repercusiones debido a la crisis económica, a las diferencias sociales, la pobreza extrema a la que se enfrentan la mayoría de la población. «Es necesario – dice Fiammetta Cappellini, gerente de proyecto de la Avsi y de 13 años en Haití, la comunidad internacional y los donantes a no abandonar Haití. Este es un momento crucial para la isla: estamos viviendo un grave colapso económico, la degradación social y escándalos de corrupción. La población está agotado, la gente comienza, en realidad, no tienen más que comer.»