El acuerdo anunciado a bombo y platillo podría desembocar en un texto mínimo. Mientras que el apoyo de la RN al acuerdo entre el Ejecutivo y la derecha encendió la pólvora en la mayoría, Emmanuel Macron intentó tranquilizar a sus tropas el martes por la noche. “Sabemos que algunos de ustedes se han estado preguntando desde el final del comité conjunto y las diferentes posiciones adoptadas. Es legítimo”, leemos en un mensaje escrito por alguien cercano al presidente. En este SMS, consultado por Le Figaro, el jefe de Estado busca dar garantías sobre el equilibrio de las futuras medidas.
“Propone (…) reelaborar en las próximas semanas el tema de las asignaciones (…). (Y) él mismo remitirá el asunto al Consejo Constitucional para eliminar las irritantes disposiciones del proyecto de ley”, se escribe, sugiriendo que buscará eliminar algunas de las concesiones hechas a los republicanos y que podrían considerarse como “legislativas”. jinetes”. En particular, tres disposiciones corren el riesgo de ser censuradas por los Sabios de la calle de Montpensier: las cuotas plurianuales votadas por el Parlamento, el restablecimiento del delito de residencia ilegal sancionable con una multa y el endurecimiento de la reagrupación familiar.
Si bien el resultado de las elecciones a la Asamblea aún no es del todo seguro desde un punto de vista aritmético, las declaraciones pretenden responder a las críticas de la izquierda, en particular de los ministros que amenazaron con dimitir y de los diputados que amenazaron con la secesión. A pesar de este tenso contexto, Renaissance afirma tener “una gran mayoría para votar a favor de este texto con (sus) socios de Horizons y MoDem”.
De lo contrario, “si el texto no obtiene una mayoría de votos frente a los de la Agrupación Nacional”, Emmanuel Macron afirma que “sacará lecciones políticas” de él, sin dar más detalles. “La RN nos tiende una burda trampa, no caigamos en ella”, concluye el mensaje, repitiendo las palabras pronunciadas por la primera ministra Élisabeth Borne durante las distintas reuniones de crisis convocadas este martes. Y lanzar un llamado a cerrar filas durante la votación final en el hemiciclo: “Sigamos unidos. Ésta es nuestra mayor fortaleza para bloquear a los populistas”.