el NUEVA YORK Diez pequeños indios. A ver alineados en la etapa de la Universidad del Sur de Houston, en Texas teatro para dos masacres en el mes de agosto, Joe Biden, el favorito en las encuestas en el centro, justo en la media de sus competidores, Bernie Sanders y Elizabeth Warren – los diez candidatos que calificaron para el tercer debate de las primarias demócratas parecen ser los protagonistas de la amarilla de Agatha Christie: al final se quedará sólo uno. Para llegar aquí, y vaya a la trampa, la cual ha reducido a la mitad desde los 20 a los 10 aspirantes a presidentes, a quien las redes, Abc y Universal han ofrecido el prestigioso escenario de la transmisión en vivo, diez han tenido necesidad de 130 mil donaciones individuales, alcanzando al menos el 2 por ciento de la apreciación en las cuatro encuestas.
«Hay vida después de Donald Trump»: es Julián Castro, el ex secretario de planificación urbana de los tiempos de Barack Obama, el primero en romper el hielo en 20.18 en la noche. «Nuestros problemas no empezar con el Triunfo y no vamos a resolver ellos abrazando a viejas ideas. Necesitamos una visión audaz,» él dice. Poner ahora sobre la mesa una división generacional, cada vez más evidente en el curso del debate. Los ancianos favorito Biden, Sanders y Warren a ser parte de ella. El «joven» Julián Castro, Kamala Harris, Corey Booker, Beto O’rourke, Andrew Yang, y sí, incluso Amy Klobuchar, por el otro. Y es que el senador de Minnesota, sin duda uno de los favoritos de las encuestas, y para hacer la estocada a la siguiente: «Houston tenemos un problema», dice, citando la famosa frase de Apollo 13: «El presidente está manejando el país como una demostración del juego. Prefieren recostarse en lugar de hacer a los líderes.»
todos Parecen estar en buena forma, los diez aspirantes. Con Bernie Sanders, quien es tal vez la más tenue, que ahora es demasiado repetitivo en el parterrre lleno de gente. Para asegurarse de que están listos para tomar a bofetadas: desde el primer tema importante poner sobre la mesa por parte de los conductores de George Stephanopoulos, David Muir, Linsey Davis y Jorge Ramos: el espinoso tema de la atención de salud para todos. «Pagará a los más ricos y las grandes corporaciones», dijo el defensor de los anti-Wall Street Elizabeth Warren. «Necesitamos un sistema que garantiza el cuidado de la salud para todos y no sólo proporcionan a los 100 mil millones de dólares de ganancias de las grandes empresas farmacéuticas. 500 mil estadounidenses terminaron en la bancarrota cuando usted está enfermo de cáncer», el eco de Bernie Sanders. Permitiendo que el favorito en la carrera, el ex vicepresidente de estados unidos, Joe Biden, de alzar la voz por primera vez: «yo Sé algo de los tumores», dice, aludiendo a la muerte de su hijo Beau en 2015. «Para poner en marcha sus planes llevaría años. La gente necesita ayuda ahora,» li calla.
Como en los últimos debates, sigue todos contra todos. Castro critica Biden: «también se contradicen, se le olvidó lo que dijo hace un minuto» de ataque, siempre latiendo en la edad. Tanto es así que el más joven de la raza, el alcalde de Indiana Pete Buttigieg, las llamadas a la orden de: «¿Está usted dando el ejemplo de lo que la gente detesta Washington». Y Castro respondió: «Usted lo llama primaria, Pete. Son las elecciones». Pero en ese momento, incluso el senador de Nueva Jersey Corey Booker, aquí el más pausado de la varita el colega: «sólo Tenemos una oportunidad de vencer a Donald Trump. No podemos seguir divididos».
El senador de California, Kamala Harris, que había impresionado en el curso del primer debate por atacar, Joe Biden, pero en las últimas semanas sumido en las encuestas, parece que esta noche, muy segura de sí misma: «yo nací sabiendo cómo funciona el racismo. Cuando yo era fiscal general he tratado de cambiar las cosas desde dentro,» él dice. Y un buen punto también marca el Beto O’rourke hace un año como una estrella en ascenso de los demócratas, cuya estrella, sin embargo, parece haber borrosa. El Paso, donde un supremacista blanco ha matado a 22 personas, precisamente hace un mes, que es su ciudad, y él no se la mandan a decir: «Sí, vamos a tomar su Ar-15 y su ak-47. No vamos a permitir más para usarlas en contra de los americanos,» él dice, amenazando a los que no quieren poner un freno a los brazos fácil.
el Derecho al estudio, al trabajo, la inmigración, la justicia y el cambio climático. El debate se prolonga durante tres horas y la mayoría de los aplausos si él gana Pete Buttigieg cuando él dice: «Sí, todos aquellos que apoyan una racistas son racistas». Difícil decir quién ha ganado. No, al parecer, no ha perdido nada. Pero como en la novela de Aghata Christie en las elecciones vendrá solo. Vamos a ver cómo el público y los votantes se recompensa a los candidatos por lo que les permite pasar la trampa de la siguiente debate. Cita en Ohio – la ciudad no ha sido decidido aún – el próximo 15 de octubre. Diez pequeños indios: pero al final se quedará sólo uno.
«La República va a luchar siempre en defensa de la libertad de información, a sus lectores y a todos aquellos que tienen en el corazón los principios de la democracia y de la convivencia civil»
Carlo Verdelli los SUSCRIPTORES DE la REPÚBLICA, © Reproducción reservados Hoy en Gualtieri: «Lejos de los déficits, las inversiones verdes. En tres años de reducción de impuestos» dudo que el franco-alemán de no dejar de Super Mario. Para Lagarde, el camino marcado el reto de Los hechos en los estados Unidos Los juegos prohibidos de Malagò. Carta a los Cio: «Castigado Italia» el futuro es El silencio
la República