Tarde un poco, Nicola Zingaretti, para llegar a la etapa de Ravenna para el tradicional rally en el cierre de la Fiesta nacional de la Unidad. En la sala de espera, el estado de ánimo de la audiencia llegó a oír de él, es sin duda un agradable, como se evidencia por el coro de «Bella Ciao» y – yo tenía la edad de Pci a «Bandera roja» que se elevan desde el público. Cuando por fin llega, con él hay una pieza de la nueva y significativa senior de la parte desde el próximo comisario europeo Paolo Gentiloni ministros Roberto Gualtieri, Paola De Micheli, Dario Franceschini, Enzo Amendola, y Joe Provenzano, hasta el dueño de la casa, el gobernador de la región de Emilia-Romaña Stefano Bonaccini.

Entonces, cuando se pega a hablar, Zingaretti hizo su debut recitando el de profundis por la política de la temporada que acaba de terminar con la crisis del parlamento: «Mañana, en el parlamento de la República damos vuelta la página y se abre la temporada política del populismo en este país. Cerramos la temporada de odio, y de abrir la temporada de la política y de la esperanza». Esto es porque, dice, «ahora en Italia, todo cambia». Zingaretti no ocultar los obstáculos, sino que nos invita a trabajar para superarlos: «el Pd y el M5s – admite – las fuerzas son diferentes y en algunas formas alternativas, no debemos tener miedo a decirlo. Pero tenemos que lidiar con estas divisiones con el fin de lograr la síntesis de nuevo». Por ello, «a los nuevos aliados, el presidente de Contar, le pedimos a un simple pero revolucionaria: la lealtad y el reconocimiento de las razones de todos. Entre los enemigos no nos lleva al amor de Italia. Necesitamos cambiar la afinación todos juntos».