Está claro que la derrota de Tony Yoka no habrá repercutido sólo en los rings. El pasado sábado, el campeón olímpico sufrió su tercera derrota consecutiva, ante Ryad Merhy, por decisión de los jueces.

Robin Delpierre, presidente de la Liga Nacional de Boxeo, hizo unas polémicas declaraciones tras la pelea a nuestros compañeros de L’Equipe: “En Inglaterra, en una pelea como ésta, el boxeador local habría ganado. Cuando vi a Yoka casi con lágrimas en los ojos, después del anuncio del resultado, me dolió el corazón. Al menos podríamos haberle dado un empate. Por supuesto, fue derrotado por poco. Sé que no hizo mucho, que trabajó en una cosa. Pero en Francia no vale nada (….) ¿A cuántos franceses he visto robar en el extranjero y eso no molesta a nadie? Pero no somos capaces de ayudar a un boxeador. Tenemos miedo del público, de todo. Le hemos hecho más daño al boxeo que si le hubiésemos dado la victoria”.

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Tras la indignación generada por esta declaración, este último presentó su dimisión a Dominique Nato, presidente de la federación francesa de boxeo, quien la aceptó. A través de un comunicado de prensa anunciando la noticia, la Federación afirmó que “el presidente de la Federación Francesa de Boxeo desea aclarar que todo el comité directivo de la FFBoxe está en total oposición a ciertas afirmaciones hechas en esta entrevista”.