The Guardian revela una intrusión llevadas a cabo por la policía de fronteras de la china de las personas que entran en el País en donde predomina la región musulmana de Xinjiang, a través de la frontera con Kirguistán. La policía se instala secretamente una aplicación en los teléfonos inteligentes de los turistas: el software, creado por una empresa china, que permite la descarga de cualquier sospechoso de datos en el dispositivo, el acceso a la información personal. La aplicación espía, explica el jefe del inglés, permite a las autoridades chinas para descargar en otras plataformas en las comunicaciones realizadas con el teléfono móvil, tanto entrantes como salientes, y tener acceso a otra información, tales como calendarios, contactos, ubicación y registros de llamadas. La investigación fue realizada por el Tutor con el New York Times, el Süddeutsche Zeitung, y a la ong Privacy International.

Según lo informado por el Tutor, los agentes de control de fronteras en la profundidad de los smartphone, las pruebas en las habitaciones lejos de los ojos de los propietarios, y luego proceder a instalar la aplicación. Normalmente se desinstala después de la descarga de los datos y antes de que el teléfono es devuelta al propietario, pero algunas veces son los restos de la piratería en el dispositivo. El software, que se encuentra en un teléfono móvil de un turista y estudiado por los científicos de la computación de la Universidad Ruhr de Bochum, dice el Süddeutsche Zeitung, llamado «el Feng Cai» («recoger las abejas de la miel») y una vez instalado en el teléfono le permite buscar 73.315 archivos potencialmente presentes en el dispositivo. El objetivo de la aplicación es en el hecho de comprobar los archivos sospechosos para el gobierno chino, tales como folletos, islámica vecinos del Isis o el contenido religioso y archivos relacionados con Taiwán o el Tíbet.