Es uno de los artistas emergentes de la nueva era sovranista, Diego Fusaro. Cortejado por la charla, por su estilo provocador y divisiva, siempre activo en el teórico social de la fórmula turbo-capitalismo, un feroz adversario de la Unión europea desestimó como «única moneda, y un puñado de banqueros de los apátridas». Pero su intento de debut en la política no ha ido muy bien. Por el contrario.

Último: el quinto de los cinco candidatos en las municipales de Gioia Tauro, en la que propuso como alcalde. Sólo 224 votos, lo que representa un 2,8 por ciento.