Dos ingredientes, vino y refresco, a los que se les añaden cubitos de hielo. También podemos utilizarlo como mejor nos parezca (con agua con gas, vermú, etc.).
¿Cómo surgió el tinto de verano? Quién sabe. Se dice que apareció en Andalucía, a principios del siglo pasado, en Córdoba. La idea se la debemos a un tal Federico Vargas. “¡En España hay tantas historias! Es como la paella o las tapas, ¡hay mil leyendas! », explica Haissam Souki Tamayo, chef ejecutivo del restaurante Ibéricos.
Tinto, rebujito (a base de jerez), kalimotxo (con Coca-Cola), o incluso pitilin gorri (con refresco de naranja), hay mil y una declinaciones y variaciones inspiradas en el tinto de verano.
Esto es sin duda lo que explica la popularidad del cóctel entre la juventud española. En España una copa de tinto de verano o un kalimotxo no cuesta más de un puñado de euros.