Armenia y Azerbaiyán prometieron el jueves 7 de diciembre tomar “medidas concretas” para reforzar la confianza y calmar sus relaciones, mientras estos dos países caucásicos se enfrentan desde hace tiempo militarmente por el control del enclave del Alto Karabaj, reconquistado en septiembre por Bakú.

Según una declaración conjunta emitida tras las conversaciones entre la Oficina del Primer Ministro de Armenia y la Presidencia de Azerbaiyán, Ereván y Bakú se comprometieron a tomar «medidas concretas destinadas a generar confianza».

También reafirmaron “su intención de normalizar sus vínculos y firmar un acuerdo de paz” y acordaron la liberación de 32 prisioneros de guerra armenios, a cambio de la de dos soldados azerbaiyanos. Los dos países «continuarán discutiendo las medidas de fomento de la confianza que se tomarán en un futuro próximo y pedirán apoyo a la comunidad internacional para sus esfuerzos», según el comunicado. Bakú y Ereván han estado involucrados durante décadas en un conflicto territorial por la región azerbaiyana de Nagorno-Karabaj, que Bakú reconquistó en septiembre después de una ofensiva relámpago contra los separatistas armenios.

Desde entonces, casi toda la población armenia de la región, más de 100.000 personas de las 120.000 registradas, ha huido a Armenia. También se produjeron periódicamente incidentes armados en la frontera entre ambos países. Armenia, por ejemplo, afirmó el lunes que uno de sus soldados había sido asesinado por el ejército de Bakú cerca de la frontera con el enclave azerbaiyano de Nakhichevan.

Las conversaciones de paz entre las dos ex repúblicas soviéticas están logrando pocos avances, a pesar de varias rondas de negociaciones dirigidas por separado en los últimos meses por Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos. Sin embargo, los líderes de ambos países han afirmado que antes de finales de año se podría firmar un acuerdo de paz global.

A mediados de noviembre, Azerbaiyán se negó a participar en las conversaciones de paz con Armenia, previstas en Estados Unidos para noviembre, alegando una posición «sesgada» de Washington tras los comentarios del subsecretario de Estado estadounidense, James O’Brien. En octubre, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, también se negó a reunirse con el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, en España debido a las recientes señales de apoyo europeo, particularmente francés, a Armenia.