Hay muchos lugares de horror, y algunos refrigeradores son definitivamente uno de ellos: después de comprar, todo se mete en ellos al azar, y yogures de plátano olvidados hace mucho tiempo se amontonan contra la pared trasera junto a trozos de hielo: ¡detente! El caos helado en el frigorífico de casa no tiene por qué ser así.
Porque organizar correctamente el frigorífico, organizar eficazmente los alimentos y prestar atención a la higiene no sólo ahorra dinero, sino que también proporciona una buena visión general. Aquí tienes los mejores trucos y trucos para conseguir que tu comida (y tu frigorífico) dure el mayor tiempo posible.
Los alimentos no sólo son un bien valioso en tiempos de alta inflación: si los tratas correcta y cuidadosamente, proteges tu billetera y el medio ambiente. El almacenamiento adecuado del frigorífico también es un factor importante.
Por ejemplo, el centro de atención al consumidor aconseja:
El frigorífico tiene diferentes zonas de temperatura que siguen un principio físico básico que podrás recordar fácilmente: el aire caliente asciende. Por lo tanto, en la parte superior de los compartimentos (a excepción del compartimento separado para verduras, que está a unos ocho grados) hace “más calor”.
Otro principio sumamente práctico que conocemos de quienes abastecen los estantes del supermercado: poner primero los alimentos que caducan en la parte delantera. Son claramente visibles allí. Merece la pena hacer malabarismos y jugar al “Tetris” con vasitos de pudín o de yogur.
En la zona más baja del frigorífico suele haber uno o dos cajones para verduras, de ahí el nombre del compartimento. Las temperaturas aquí rondan los ocho grados. Por ejemplo, en el compartimento de verduras puede ir lo siguiente:
Consejo adicional para mayor durabilidad e higiene: guarde las hierbas y ensaladas en una bolsa de plástico. Retire la parte verde de las zanahorias, rábanos, etc. para que duren más. Cubra el fondo del compartimento de verduras con papel de cocina para absorber el exceso de humedad.
Los productos perecederos, como carne fresca, pescado crudo o salchichas, se encuentran en el estante inferior de cristal, justo encima del compartimento de verduras, donde hace entre dos y cuatro grados de frío.
Los frigoríficos muy modernos también disponen del llamado “compartimento frigorífico” o “compartimento de grado cero”, específico para productos cárnicos y pesqueros sensibles.
El compartimento central del frigorífico suele estar a unos cinco grados de frío. Esto incluye, entre otras cosas:
El compartimento superior del frigorífico es el más cálido, con temperaturas de entre ocho y diez grados. Condiciones “climáticas” perfectas para todo aquello que contiene mucho azúcar, grasa o ácido y, por tanto, no es especialmente sensible. Como por ejemplo:
Cada frigorífico también tiene compartimentos en la puerta: el interior del aparato es una de las zonas más cálidas del frigorífico, con temperaturas de hasta diez grados. Aquí se guardan perfectamente mantequilla, mostaza, rábano picante, ketchup y mayonesa, al igual que las bebidas, para las que hay espacio en la parte inferior de la puerta.
Al responder a esta pregunta, es importante mantener la cabeza fría, porque normalmente hay que “sentir el camino” hasta llegar al entorno correcto. Básicamente, según los expertos en energía del Centro de Atención al Consumidor, siete grados, medidos en el centro del aparato, es la temperatura ideal.
El quid de la cuestión: Dependiendo del modelo/fabricante del frigorífico, los niveles de frío varían, que normalmente se pueden ajustar mediante un dial situado en el interior del aparato. El nivel 2, por ejemplo, no enfría igualmente todos los frigoríficos.
Consejo extra energético: comprueba la temperatura de vez en cuando con un termómetro. Después de todo, según los centros de asesoramiento al consumidor, sólo un grado más (es decir, ocho grados) significa un seis por ciento más de consumo de electricidad. Y: cuanto más antiguo es el dispositivo, más consume energía.
Un claro “sí”. Hasta 18 días después de la fecha de puesta, los huevos todavía tienen una capa protectora natural, la cutícula. Se trata de una capa extremadamente fina de proteína que se encuentra en la cáscara del huevo sobre los poros diminutos. La cutícula protege el interior del huevo de la penetración de gérmenes. Pero sólo hasta aproximadamente 18 días después de la puesta.
En los supermercados, tiendas de descuento, tiendas agrícolas y mercados semanales, los huevos no se refrigeran antes de venderse. Si quiere estar seguro, guarde siempre los huevos crudos en el refrigerador, aconsejan los defensores de los consumidores.
En el frigorífico, lo mejor es poner los huevos en el compartimento para huevos de la puerta o en el estante superior. Muy importante: ¡enfriar una vez, enfriar siempre! Porque a los huevos no les gustan las fluctuaciones de temperatura.
Por muy bueno y necesario que sea el frigorífico para muchos alimentos, hay ciertos tipos de frutas y verduras o alimentos que es mejor no guardar en el frigorífico. Por ejemplo:
Vuelves de hacer la compra y has comprado mucha comida que hay que guardar en el frigorífico. ¿Y ahora? ¿Es mejor abrir la puerta sólo durante un breve periodo de tiempo o dejarla abierta mientras dure el almacenamiento, por supuesto rápido? El centro de atención al consumidor tiene una opinión muy clara al respecto: por lo tanto, es más eficiente energéticamente dejar la puerta abierta mientras se guardan los objetos.
Consejo adicional: revise los sellos con regularidad, porque si no cierran correctamente, el calor del exterior fluye hacia el refrigerador y altera la temperatura del interior. Esto significa que el frigorífico “consume” más electricidad, algo que nadie quiere en estos tiempos.
Un frigorífico maloliente no sólo es poco apetecible, sino que a menudo también resulta antihigiénico. Además de una limpieza regular (no olvides el canal de drenaje para el condensado en la pared trasera, aquí es donde a la mayoría de los gérmenes y bacterias malolientes les gusta «esconderse»), los remedios caseros también pueden ayudar contra el olor. Por ejemplo, un tazón pequeño de café en polvo o medio limón: ambos eliminan los olores.
Por Stefanie Monien (smo)
El original de este artículo “Cómo organizar correctamente el frigorífico – qué alimentos pertenecen a cada compartimento” procede de Express.de.