Más de medio millón de migrantes han cruzado la peligrosa selva del Darién, desde Colombia hasta Panamá, para llegar a Estados Unidos desde principios de año, lo que constituye un récord, anunció el miércoles 6 de diciembre el gobierno panameño. Esta cifra representa el doble del total de 2022, cuando unos 248.000 migrantes hicieron este peligroso viaje, dijo el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino.

En su viaje, los migrantes que buscan una vida mejor corren el riesgo de encontrarse con animales salvajes en la densa jungla, ríos peligrosos y bandas criminales que extorsionan para guiarlos. Con unos 265 kilómetros de largo y 575.000 hectáreas, esta selva se ha convertido en un paso necesario para los migrantes que, desde Sudamérica, intentan llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica y México. La mayoría son venezolanos, pero también toman esta ruta ecuatorianos, haitianos, chinos, vietnamitas, afganos y personas de países africanos.

El flujo es tan grande que Panamá, con la ayuda de organismos internacionales, ha habilitado centros de atención a migrantes en diferentes regiones del país. Las miles de personas que arriesgan sus vidas, a menudo junto con sus familias, necesitan una respuesta de protección y ayuda humanitaria inmediata y continua”, afirmó Olivier Dubois, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Muchos son víctimas de violencia sexual, extorsión, secuestro u otros delitos, dijo en una conferencia de prensa en Panamá.

Para frenar esta afluencia, el gobierno anunció una serie de medidas en septiembre, incluido un aumento de las expulsiones de personas que ingresan ilegalmente al país. “El número de migrantes que han atravesado la selva equivale a más del 11% de la población de Panamá. Esta es una crisis sin precedentes que no ha recibido suficiente atención a nivel global o regional”, dijo Luis Eguiluz de Médicos Sin Fronteras en un comunicado.

Los migrantes se encuentran «en una situación de extrema vulnerabilidad: hambre, falta de refugio y puntos de agua, cobros excesivos, desinformación y estafas, xenofobia y violencia física, psicológica y sexual», añadió.