El medio francés Le Monde condenó el domingo la «suspensión» de su emisión en Burkina Faso, decidida la víspera por el régimen militar en el poder, denunciando «acusaciones tan falsas como intolerables» y un deseo de «impedir» una información independiente. «Le Monde deplora la decisión (…) de suspenderlo de «todos los medios de difusión» tras la publicación» el viernes de un artículo sobre el ataque yihadista del 26 de noviembre contra una base militar en Djibo, en el norte, explica el medio su sitio web.
«Condena las acusaciones del gobierno burkinés», que califica «su trabajo de ‘tendencioso'» y da a entender «que se habría puesto del lado de los grupos terroristas». “Tantas acusaciones tan falsas como intolerables”, continúa el periódico, cuyo corresponsal, como el de Libération, ya fue expulsado de Uagadugú en abril. Según él, estas sanciones “parecen responder al deseo de las autoridades burkinesas de impedir la difusión de información independiente sobre el deterioro de la situación de seguridad en el país, mientras el capitán Ibrahim Traoré tomaba el poder mediante un golpe de Estado”. en octubre de 2022 “prometiendo un retorno a la paz”.
Reporteros sin Fronteras denunció también «un obstáculo al derecho de los burkineses a la información plural» y pidió «a las autoridades que levanten esta suspensión» el domingo en X (antiguo Twitter).
El artículo en cuestión relata una “guerra de propaganda” y “el alto precio de una ofensiva” reivindicada por el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM). Según la ONU, 40 civiles perdieron la vida y fuentes de seguridad de Burkina Faso citaron la muerte de “unos pocos” soldados.
La Agencia de Información de Burkina Faso (AIB, oficial) aseguró que «más de 400 terroristas» murieron durante la contraofensiva. «El gobierno burkinés nunca se ha encerrado en una lógica de propaganda», aseguró el sábado el ministro de Comunicación, Rimtalba Jean Emmanuel Ouédraogo, en un comunicado de prensa, afirmando que Le Monde «ha elegido su bando».
«Le Monde sólo hizo su trabajo, con total imparcialidad y total independencia», responde el medio, precisando que solicitó «múltiples fuentes», incluido el gobierno, que «no respondió», como «cada vez desde hace casi un año». mientras que Djibo se ha vuelto “inaccesible para la prensa”.
Otros medios de comunicación con sede en Francia han sido suspendidos en Burkina Faso: el mes panafricano Jeune Afrique, los canales LCI y France 24 y la radio RFI. Desde 2015, el país está sumido en una espiral de violencia perpetrada por grupos yihadistas, que ya golpeaban a los vecinos Mali y Níger. Han causado más de 17.000 muertes de civiles y militares, de las cuales más de 6.000 desde principios de año, según la ONG Acled.