La naturaleza aborrece el vacío, dice el viejo refrán. Los líderes políticos también. El día después de su retirada de la plataforma X, la alcaldesa de París, atrapada desde hace varias semanas en el asunto de su polémico viaje a Tahití, pretende modificar su método de comunicación. Mientras Anne Hidalgo había retratado la red social, Twitter transformado en la elección presidencial ha cambiado de lecherías. Y lanzó este martes su propio canal en la aplicación de chat WhatsApp. Todo ello, acompañado de una foto suya en su escritorio y un breve mensaje: “¡Hola a todos! ️Nuevo día y nuevos hábitos en… ¡WhatsApp! Aquí quiero compartir con vosotros, con moderación, mis favoritos, mis peroratas y un resumen de mis novedades.

Esta nueva herramienta, operativa desde hace varias semanas en la plataforma Meta, permite publicar mensajes y publicaciones. Un feed al que cualquiera puede suscribirse, sin tener, por supuesto, acceso al WhatsApp privado de la persona u organización en cuestión. La funcionalidad es similar a la que ofrece la otra aplicación cifrada Telegram desde hace más tiempo. Para figuras políticas, a menudo ridiculizadas en las redes sociales, como Anne Hidalgo, esta novedad presenta una gran ventaja respecto a Twitter: no permite comentarios, insultos o incluso críticas razonadas de su acción. Sólo se pueden utilizar emoticones para expresar desaprobación o aprobación.

Además de su mensaje de bienvenida, la concejal parisina sólo ha publicado desde entonces una fotografía delante del Ayuntamiento de la capital, en relación con los Juegos Olímpicos de 2024. Por el momento, Anne Hidalgo no ha borrado su cuenta de Twitter. Por tanto, sus últimas publicaciones siguen siendo visibles para sus detractores. En su mensaje del lunes, atacó a Elon Musk, propietario de X, quien “actúa deliberadamente para exacerbar las tensiones y los conflictos”. Antes de agregar: “Me quedaré en otras redes sociales donde todavía existe un intercambio respetuoso”. Una ambición que acaba de verse desmentida este martes.