Enviado especial a Romans-sur-Isère

Una semana después de la tragedia que costó la vida a Thomas, de 16 años, asesinado a puñaladas durante un baile en Crépol (Drôme), nueve sospechosos -tres menores de al menos 16 años y seis adultos de 19 a 22 años- fueron acusados ​​este fin de semana, en particular el cargos de “asesinato en banda organizada” e “intento de asesinato”. Seis de ellos, entre ellos dos menores, fueron puestos en prisión preventiva. Otros tres, entre ellos un menor, fueron puestos bajo supervisión judicial.

Siete sospechosos, oriundos de Drôme, fueron detenidos el pasado martes en Toulouse mientras huían. Otras dos personas fueron detenidas el mismo día en Romans-sur-Isère. “Una décima persona, un adulto, se presentó espontáneamente a la gendarmería”, afirmó el fiscal de Valencia, Laurent de Caigny, en un comunicado. Los adultos detenidos se llaman Chaïd A., Yasir, Mathys, Fayçal, Kouider y Yanis, según supo Le Figaro. Según la JDD, el séptimo de ellos se llama Ilyès. Al final de 96 horas de interrogatorio, uno de los detenidos fue puesto en libertad sin procesamiento.

Ninguno de los acusados ​​”admite haber causado ninguna puñalada y mucho menos el golpe mortal”, afirmó la fiscalía. El papel de Chaïd A., sospechoso de ser el autor del golpe mortal, sigue sin estar claro. El testigo que lo señaló “no lo reconoció” cuando el sospechoso estaba bajo custodia policial. Las sospechas se dirigirían “hacia otra persona arrestada”. Si bien el esclarecimiento de los hechos “no es completo”, la investigación estableció que todos los sospechosos propinaron golpes, “algunos de puñaladas”, y arrojaron “piedras o barreras”, “tomando indiscriminadamente a los habitantes de Crépol. Testigos o víctimas afirmaron haber escuchado “comentarios hostiles” hacia personas blancas”” y amenazas de muerte, detalló el fiscal.

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Luego los sospechosos huyeron en varios vehículos. “Los padres que vinieron a recoger a sus hijos denunciaron haber sido amenazados”, añade la fiscalía. Alegan que un individuo, que salía de Crépol, “exhibió un arma de fuego en la ventanilla del vehículo” en el que se encontraba “y realizó varios disparos”. Resultados del ataque al ayuntamiento: cuatro personas resultaron gravemente heridas por puñaladas, entre ellas Thomas, que murió durante su traslado al hospital. Romans-sur-Isère, donde el adolescente asesinado iba a la escuela, vivió un fin de semana de gran tensión.

El sábado, 80 personas marcharon por las calles de la ciudad antes de entrar en el distrito de Monnaie, donde viven algunos de los acusados, coreando “Justicia para Thomas” o “Islam fuera de Europa”. Con el rostro oculto, algunos encendieron bombas de humo y blandieron barras de hierro. Veinte personas fueron detenidas y diecisiete puestas bajo custodia. Al margen de esta manifestación, un activista de ultraderecha de 20 años fue atacado por un grupo de individuos en La Monnaie. Originario de Mayenne, dijo a la policía que lo habían sacado violentamente de su coche antes de golpearlo. En las redes sociales circularon vídeos de un hombre desnudo, presentado como este activista, acurrucado en la acera y luego en el vestíbulo de un edificio, con la cabeza sangrando. Los bomberos lo llevaron al hospital.

El domingo, unas cuarenta personas procedentes de Roma, Lyon y departamentos vecinos se reunieron de nuevo a pesar de la prohibición de la prefectura. Entre ellos, activistas patrióticos y miembros de grupos identitarios. Se incautaron fuegos artificiales. “La ira es profunda, debemos demostrar que los franceses no ceden”, explica un activista de la Reconquista a Le Figaro. procedente de Vaucluse. “Lo que pasó el sábado tiene sentido. Pero esto tiene que parar, de lo contrario será una guerra civil”, afirmó un hombre de sesenta años. Un ciclista insulta a un hombre que sostiene una bandera tricolor y lo llama “neonazi”. La policía dispersó rápidamente al grupo. Varias personas fueron arrestadas y puestas bajo custodia policial.

El domingo por la tarde, el fiscal de Valence, Laurent de Caigny, lanzó un llamamiento “a la calma y al respeto para todos”. “Nadie puede tomar justicia por su propia mano al margen de la ley”, afirmó en una breve declaración a la prensa, pidiendo que se permita trabajar a los investigadores, “dada la extrema gravedad de los hechos”.

Aún conmocionada por los acontecimientos ocurridos ocho días antes, la alcaldesa (DVD) de Romans-sur-Isère, Marie-Hélène Thoraval, apeló al Estado: “Gérald Darmanin habló de salvajismo. Escuché bien el término. Necesitamos respuestas que correspondan a este nivel de delincuencia, cuyas raíces se encuentran en la radicalización y el tráfico de drogas”. “Los métodos actuales pueden funcionar para personas que tienen un mínimo de educación. Pero para la gente que no tiene uno, que es “salvaje”, necesitamos unos nuevos”, insistió.