Los gobiernos checo y polaco anunciaron el miércoles 22 de noviembre que ampliarían los controles llevados a cabo desde octubre en su frontera con Eslovaquia para combatir la inmigración ilegal.
El ministro checo del Interior, Vit Rakusan, dijo que el lunes se celebrará en Budapest una reunión ministerial que reunirá a representantes de su país, así como de Hungría, Polonia, Eslovaquia, Austria y Alemania.
Los países de Europa Central han impuesto controles fronterizos temporales para detener la afluencia de inmigrantes y solicitantes de asilo que llegan a través de Serbia, Hungría y Eslovaquia. «Intentaremos llegar a un acuerdo y a una agenda», declaró Vit Rakusan, refiriéndose a una situación de «fichas de dominó migratorias».
«Si les contrôles doivent être levés, cela doit être approuvé par tous les pays d’Europe centrale», a-t-il souligné, indiquant que Prague avait à ce stade prolongé la mesure jusqu’au 3 janvier prochain, en coordination avec les otros países.
El Ministerio del Interior polaco anunció el mismo día que ampliaría los controles hasta el 3 de diciembre. Según Vit Rakusan, la policía checa ha controlado a unas 400.000 personas y ha identificado a 1.167 inmigrantes ilegales desde que se introdujeron los controles.
Eslovaquia, por su parte, anunció el lunes que ampliará los controles en su frontera con Hungría hasta el 23 de diciembre. Alemania indicó la semana pasada que ampliaría los controles en sus fronteras con la República Checa, Polonia y Suiza hasta el 4 de diciembre.