“Con un solo banco rojo, haz una presa”: en vísperas del día internacional contra la violencia contra las mujeres, el sábado, se instalaron cinco bancos rojos en parques de Marsella para rendir homenaje a las víctimas del feminicidio.
Estos bancos rojos son «el símbolo de lo indecible, de lo que no debería ser: el asesinato de mujeres por su cónyuge o su ex cónyuge», declaró Nathalie Tessier, concejala municipal de la segunda ciudad de Francia encargada de los derechos de las mujeres, en presencia de una delegación de activistas por la igualdad de diferentes países africanos.
La inauguración estuvo acompañada de la lectura de un texto de la autora y polemista feminista estadounidense Andrea Dworkin y de una actuación de la compañía de teatro de Marsella Krasna. “Así de rojo dará que hablar” y por eso “no los olvidamos”: “es a la vez un homenaje, un símbolo pero también una forma de lucha”, añadió el electo antes de develar el nuevo escaño. instalado en un parque al norte de la ciudad desde donde el panorama de la bahía de Marsella es impresionante.
«Depuis 2006, il y a en moyenne 100 femmes par an qui sont victimes de féminicide en France», a relevé pour sa part Annick Karsenty, la présidente du comité marseillais de l’association Femmes solidaires, association à l’initiative des bancs rouges en Francia. Los primeros se instalaron en Córcega en 2017, después de que “la hija de uno de nuestros miembros fuera asesinada por su pareja”, recuerda. Desde entonces, una veintena han florecido en la isla mediterránea y en el resto de Francia.
“La violencia contra las mujeres y los feminicidios afectan a todos los entornos sociales, tanto en la ciudad como en el campo”, insistió Nathalie Tessier. “En Francia, una mujer muere cada tres días a manos de su cónyuge o excónyuge”, recuerda la placa colocada en el banco. El jueves se inauguraron otros cuatro bancos rojos en parques y jardines públicos de Marsella, “y habrá más”, promete el funcionario electo.
“Las mujeres deben encontrar la oportunidad de protegerse, de cobijarse y sobre todo de denunciar porque, en mi país, las mujeres siempre tienen miedo de denunciar a su verdugo y esta es también una de las razones que contribuyen a que esto continúe: (… ) tengamos el coraje de decir basta, ya es suficiente”, argumentó Pamela Audrey Derom, fundadora de la Red de Niñas y Mujeres de Élite para el Desarrollo en la República Centroafricana.
Forma parte de una delegación de cinco mujeres comprometidas con la igualdad en Tanzania, Ruanda, la República Centroafricana, Guinea-Bissau y la República Democrática del Congo que se encuentran en una visita de estudios a Marsella esta semana. «Las asociaciones alertan, defienden, reúnen, protegen, apoyan, hacen todo lo que pueden, pero los medios son incruentos en Francia», afirmó Tessier, denunciando «una cruel falta de voluntad política al más alto nivel del Estado». Antes de concluir: “no son las mujeres las que son frágiles, son sus derechos”.