La Asamblea Nacional votó sin incidentes este miércoles el proyecto de ley sobre el reparto del valor. El texto llega así al final de un recorrido parlamentario que comenzó justo después de la conflagración de la reforma de las pensiones. En aquel momento, el gobierno contaba con su contenido para aliviar las tensiones sociales. Así, el texto final votado hoy reproduce fielmente el acuerdo nacional interprofesional (ANI) sobre reparto de valores firmado a principios de año por patronal y sindicatos (con la notable excepción de la CGT).
Para que los empleados puedan beneficiarse mejor de los beneficios, el texto prevé, en particular, programas experimentales durante cinco años. El más importante extiende a las empresas de 11 a 49 empleados la obligación de establecer mecanismos de reparto de valores (participación en los beneficios, primas o participación) tan pronto como hayan generado un beneficio neto al menos igual al 1% de su volumen de negocios durante tres años consecutivos. Las estimaciones de la mayoría indican una medida que beneficiará a “más de 1,5 millones de empleados”.
En cuanto a las empresas con al menos 50 empleados, deberán negociar acuerdos de reparto en caso de beneficios excepcionales. Queda por definir el carácter extraordinario de una prestación. El texto examinado hoy establece que esta definición es el resultado de una negociación entre los interlocutores sociales dentro de cada empresa que debe tener en cuenta «criterios como el tamaño de la empresa, el sector de actividad…».
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Lo cierto es que, evidentemente, las bonificaciones sólo afectarán a los empleados cuya empresa obtenga beneficios. De hecho, el importe medio de las primas de participación es superior en las pymes (1.930 euros de media en 2019) que en las grandes empresas (1.271 euros de media). Por el contrario, las grandes empresas utilizan este tipo de herramientas de forma más sistemática. Actualmente, mientras que el 89% de las personas empleadas en empresas con más de 1.000 empleados están cubiertas por un sistema de reparto de valor, esto es sólo el 20% en empresas con entre 11 y 49 empleados. Con este proyecto de ley, la mayoría espera alcanzar entre el 60 y el 65% de los empleados cubiertos a medio plazo, frente al 53% en 2020.