Yannick Larguet persiste y firma. “Me quedé callado durante el Mundial, a pesar de que estaba muy ocupado. El Mundial de Francia es una oportunidad increíble, apoyar y preservar a la selección francesa era mi prioridad. También traté de proteger a mi familia. Pero ahora ya no es posible”, afirmó el exjugador de rugby de 43 años, en una entrevista con el diario L’Équipe. Rappel des faits : le 31 janvier 2020, Larguet et le dénommé Nassim Arif ont été pris à partie par Bastien Chalureau, à l’époque joueur du Stade toulousain, aujourd’hui à Montpellier, et membre du XV de France lors de la dernière Coupe del mundo. El interesado fue condenado en primera instancia a seis meses de prisión por violencia e insultos racistas. La fiscalía solicitó una sentencia suspendida de ocho meses el 14 de noviembre.

Chalureau niega las acusaciones de racismo. “El golpe me dolió, pero me dolió cien veces menos que el insulto. Pero el insulto… Acababa de perder a mi madre, mi madre negra… Me dije: «No puedes dejar esto pasar», pensando también en el futuro de mis hijos. (…) Es un tema serio y hablo por mí mismo, así como por todas las personas de color y de diferentes culturas”, dijo Yannick Larguet, quien rechaza la idea de una pelea.

Además, el joven jubilado asegura que “nunca se encontró” con su agresor durante la velada en cuestión. “Cuando te golpean por detrás al entrar a un estacionamiento, te llaman estúpido, no es una pelea. Esta es la cobardía más extrema. En una pelea, hay dos personas enfrentadas que quieren pelear. La semántica es importante. Este es un ataque motivado”, afirma. Y agregó: “Iré hasta el final. Soy franco-gabonés, madre negra, padre blanco, moreno con ojos azules, Nassim es franco-argelino, su padre argelino, su madre es blanca y rubia, fuimos criados en el respeto a los demás, en la tolerancia, en la apertura al mundo, a los demás, sin anteojeras. Nassim es gerente de negocios. Entonces, el lado de los borrachos que pelean es el no, ya hemos pasado la edad”, vuelve a quejarse. “Joder, a los 40, que te llamen idiota…”, respira desilusionado.

Larguet también descarta la idea de que la dirección del Stade Toulouse haya intentado encubrir el asunto en su momento. “Me impactó el silencio, la hipocresía latente de los medios de comunicación, de las autoridades y, finalmente, el lado anacrónico y tardío de la polémica”, asegura, sin ocultar que “el racismo existe en el rugby. Pregúntale a los niños de color, a algunos profesionales”.

Campeón de la Primera División Federal en 2008 con Colomiers, Larguet promete no desear que acabe la carrera de Chalureau, de 31 años. «Creo profundamente en las segundas oportunidades», afirma. Sólo que aún no ha llegado el momento del perdón para el jugador del MHR: “Por el momento, no le doy esta segunda oportunidad, porque no ha reconocido el motivo racista”. Próximo episodio con el veredicto. La decisión quedó reservada hasta el 16 de enero.