Dos periodistas y otros dos civiles murieron el martes por ataques israelíes en una zona fronteriza en el sur del Líbano, informaron la agencia oficial de noticias libanesa y el canal Al Mayadeen para el que trabajaban.

Según la Agencia Nacional de Noticias (ANI), “tres ciudadanos –dos periodistas y otro civil– murieron en un bombardeo enemigo” en la región de Tayr Harfa. Según la misma fuente, una octogenaria también murió y su nieta resultó herida en un ataque israelí contra la aldea de Kfar Kila.

El canal libanés proiraní Al Mayadeen anunció que su corresponsal Farah Omar y su camarógrafo Rabih Maamari habían sido asesinados “por un ataque israelí” mientras cubrían los bombardeos en curso en el sur del país. El equipo de Al Mayadeen fue «un objetivo deliberado, no fue una coincidencia», afirmó el director general del canal, Ghassan Ben Jeddo, en unas declaraciones a la televisión. Indicó que el civil asesinado junto a los periodistas también era “colaborador” del canal, sin precisar.

Ben Jeddo subrayó que el incidente se produjo después de la decisión del gobierno israelí de bloquear los sitios web de su canal. Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas palestino el 7 de octubre, los enfrentamientos entre Israel y el poderoso Hezbollah pro iraní han sido algo cotidiano. El 13 de octubre, un periodista de Reuters, Issam Abdallah, ya había muerto en un atentado similar durante el cual otros seis periodistas -dos de la AFP, dos de Reuters y dos del canal qatarí Al-Jazeera- resultaron heridos.

Y un mes después, un camarógrafo de Al-Jazeera resultó levemente herido por fuego israelí, mientras él y otros corresponsales de prensa cubrían los bombardeos en el sur del Líbano. La violencia transfronteriza ha dejado al menos 92 muertos en el Líbano desde el 7 de octubre, la mayoría combatientes de Hezbolá, pero también al menos 14 civiles, según un recuento de la AFP. Según las autoridades israelíes, nueve personas murieron en el lado israelí, incluidos seis soldados.