El primer ministro español, Pedro Sánchez, volvió a nombrar a la mayoría de sus ministros el lunes 20 de noviembre y dio más peso a su círculo íntimo en su nuevo gobierno de coalición con el partido de extrema izquierda Sumar.

El líder socialista, devuelto al poder el jueves por el Parlamento gracias en particular al apoyo de los separatistas catalanes, mantiene un gobierno compacto de 22 ministerios, doce de los cuales están encabezados por mujeres.

De los 22 ministros, cinco proceden de las filas de Sumar, una plataforma de extrema izquierda liderada por la comunista Yolanda Díaz, con la que Pedro Sánchez firmó un acuerdo de gobierno y que ha sido reelegida en el Ministerio de Trabajo. Entre los otros pesos pesados ​​que se mantienen en sus puestos se encuentran el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la de Defensa, Margarita Robles, y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

También conserva su cartera la ministra socialista de Economía y vicepresidenta saliente Nadia Calviño, a la espera de su posible elección en diciembre como presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El ministro de Presidencia Félix Bolaños, considerado la mano derecha de Pedro Sánchez y que ha estado muy implicado en las negociaciones con los separatistas catalanes en las últimas semanas, hereda un «superministerio» ampliado a la cartera de Justicia.

La ministra de Presupuesto, María Jesús Montero, otro miembro de su círculo íntimo, asciende al heredar una de las cuatro vicepresidencias del ejecutivo. Entre los nuevos nombres se encuentran dos cercanos a Yolanda Díaz, integrantes de Sumar: Ernest Urtasun, encargado de Cultura, y Mónica García, anestesióloga de formación, que hereda Sanidad. El nuevo Gobierno de Sánchez, sin embargo, no incluye a ningún ministro de Podemos, formación de izquierda radical con la que el líder socialista ha gobernado hasta ahora pero con la que las relaciones siempre han sido muy conflictivas.

Podemos es ahora sólo uno de los componentes de Sumar y está intentando lo mejor que puede mantener su autonomía. El partido, que cuenta con cinco diputados, había amenazado este fin de semana con no apoyar al ejecutivo en caso de «veto» a su presencia en el gobierno. El nuevo gobierno tendrá la difícil tarea de apaciguar al país, que afronta fuertes tensiones por la decisión de Pedro Sánchez de conceder amnistía a los separatistas catalanes implicados en el intento de separación de Cataluña en 2017, a cambio de su apoyo a su reelección al poder.