El Parlamento aprobó el miércoles, mediante votación final en la Asamblea Nacional, un proyecto de ley destinado a organizar los servicios de navegación aérea en caso de movimiento social, a pesar de la oposición de la izquierda. Este texto “protector y equilibrado” permite poner fin a “un sistema asimétrico” que origina una “desorganización del servicio público”, afirmó el ministro de Transportes, Clément Beaune, desde el hemiciclo.
El proyecto de ley senatorial, adoptado en junio por la cámara alta y llevado a la Asamblea por el diputado renacentista Damien Adam, fue adoptado con 85 votos contra 30. La izquierda se opuso, considerando el texto como “una amenaza para el derecho de huelga”, según a la diputada verde Lisa Belluco. El senador Vincent Capo-Canellas (Unión de Centro) está a favor de este proyecto de ley que obliga a cualquier agente aéreo que desempeñe funciones “cuya ausencia pueda afectar directamente a la realización de los vuelos” a declarar individualmente su participación. en un movimiento de huelga dos días antes.
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Los movimientos sociales vinculados a la reforma de las pensiones en el primer semestre de 2023 llevaron al gobierno a activar el procedimiento acelerado de examen del texto, que permitirá una lectura única en cada cámara y una rápida adopción final. Precisamente, el artículo único del texto exige que los huelguistas comuniquen su participación en un movimiento social “a más tardar al mediodía del día anterior a cada jornada de huelga”. Actualmente, los sindicatos de control del tráfico aéreo deben presentar cualquier aviso de huelga cinco días antes de la huelga, pero los huelguistas no tienen que declarar su participación individual, a diferencia de otros empleados del sector.
En un comunicado de prensa publicado el martes, el sindicato nacional de controladores aéreos (SNCTA), sindicato mayoritario del sector, se expresó a favor del texto, advirtiendo de una “instrumentalización del derecho de huelga y su uso injustificado” en determinadas circunstancias. El texto pretende permitir “un servicio mínimo adaptado”, es decir, la obligación impuesta a los empleados del servicio público de garantizar un servicio mínimo en todas las circunstancias y la aplicación de “medidas proporcionadas” a las necesidades reales del sector en caso de de huelga, afirmó el ponente Damien Adam.
El Gobierno, por su parte, se compromete a revisar las condiciones del sistema de servicio mínimo, que se aplica a los controladores aéreos desde 1985. Según un estudio sobre las huelgas de los controladores aéreos en Europa entre 2005 y 2016, Francia registró 249 días de huelga, frente a 34 en Italia, 44 en Grecia y menos de diez en los demás Estados miembros, recordó Damien Adam.