Después de Orpea, le toca a Clariane (ex-Korian) encontrarse en un callejón sin salida financiero. La empresa, número uno en Francia en residencias de ancianos, anunció un plan de refinanciación de 1.500 millones de euros para evitar impagos. Este sistema debería permitir al grupo “cumplir (sus) plazos de financiación a partir de 2024”, indica Clariane. «De no hacerlo, la empresa podría afrontar» un «riesgo de liquidez a finales de abril de 2024». Este plan fue duramente recibido por los mercados: las acciones de Clariane cayeron un 12,4%, hasta 3 euros, en Euronext.

La empresa menciona que las condiciones de acceso a la financiación «se han deteriorado significativamente», con un «entorno económico complicado por el nivel de inflación, el aumento de los tipos de interés y el endurecimiento de los mercados crediticios e inmobiliarios». «En el contexto económico actual y con el asunto Orpea en el sector, la refinanciación es un desafío», añadió Sophie Boissard, directora general de Clariane. Por último, la brusca caída de los precios a finales de octubre, tras la revisión a la baja de las previsiones anuales, ha causado preocupación entre algunos socios financieros, comprometiendo la finalización de dos proyectos de colaboración inmobiliaria actualmente en negociación.

Leer tambiénAlerta sobre la salud de las residencias de ancianos, que se hunden en una crisis sin precedentes

No se trata de una “crisis operativa” del grupo, aseguró Sophie Boissard, como lo demuestran el crecimiento de la facturación en los nueve primeros meses del año (9,0%) y el aumento de la tasa de ocupación de sus residencias de ancianos (88,9%). .

El plan anunciado, que pretende acelerar el desapalancamiento de Clariane (1.600 millones de euros de deuda a refinanciar en 2023-2024), prevé 1.000 millones de euros en ventas de activos y conducirá a una “reorientación” geográfica de la banda. También está en el programa un proyecto de ampliación de capital de 300 millones de euros, de los cuales 200 millones garantizados por Crédit agricole Assurances, el mayor accionista de Clariane (24,8%). Con el objetivo de provocar un “shock de confianza” entre los inversores.