Las autoridades islandesas declararon el estado de emergencia el viernes (10 de noviembre) después de que una serie de terremotos sacudieran la península de Reykjanes, en el suroeste del país, generando temores de una erupción volcánica en la región. «El jefe de la policía nacional… declara el estado de emergencia para la defensa civil debido a la intensa actividad sísmica en Sundhnjukagigar, al norte de Grindavik», dijo la protección civil en un comunicado. «Los terremotos pueden volverse más grandes» y «esta serie de eventos podrían conducir a una erupción», advirtió la administración.

Según la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI), podría producirse una erupción “en unos pocos días”. Se han puesto en marcha planes de evacuación para el pueblo de Grindavik, de unos 4.000 habitantes, situado a tres kilómetros al suroeste de la zona donde se registró el viernes el enjambre sísmico (serie de temblores). Protección Civil también anunció que enviaría la patrullera Thor a Grindavik “por motivos de seguridad”.

El jueves, la Laguna Azul, un sitio turístico cerca de Grindavik famoso por sus balnearios geotérmicos, ya había sido cerrada por precaución. Alrededor de las 18.30 horas del viernes, hora francesa, dos terremotos, el más fuerte de los cuales tuvo una magnitud de 5,2 según las primeras evaluaciones de la OMI, se sintieron hasta la capital, Reikiavik, a unos cuarenta kilómetros de distancia y en una gran superficie. de la costa sur del país.

Según la OMI, se han registrado unos 24.000 temblores en la península desde finales de octubre, con un «enjambre denso» de casi 800 terremotos registrados entre la medianoche y las 15.00 horas, hora francesa, del viernes. La OMI constató una acumulación de magma a cinco kilómetros de profundidad que, si saliera a la superficie, provocaría una erupción volcánica.

Desde 2021 se han producido tres erupciones en la península de Reykjanes, en marzo de 2021, agosto de 2022 y julio de 2023, todas ellas alejadas de infraestructuras o zonas pobladas. Islandia tiene 33 sistemas volcánicos activos, el número más alto de Europa. Durante su última erupción en 2010, Eyjafjallajökull bloqueó los cielos europeos y provocó la cancelación de 100.000 vuelos, dejando varados a diez millones de pasajeros.