Canberra anunció que ofrecería a los residentes de Tuvalu, un archipiélago del Pacífico particularmente amenazado por el aumento del nivel del mar, “derechos especiales” para establecerse y trabajar en Australia, en un tratado hecho público por los dos países el viernes 10 de noviembre. «Creemos que el pueblo de Tuvalu merece tener la opción de vivir, estudiar y trabajar en otro lugar, a medida que el cambio climático empeora», dijeron el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y su homólogo de Tuvalu, Kausea Natano, en una declaración conjunta. El tratado revelado prevé en particular la libertad de circulación.