La «Laguna Azul», un famoso lugar turístico en el suroeste de Islandia, cerró temporalmente el jueves debido a una acumulación de magma en el suelo cercano, lo que hizo temer una posible erupción.
Conocido por sus piscinas de agua turquesa y sus hoteles de lujo, el sitio «tomó la decisión proactiva de cesar temporalmente sus actividades durante una semana», aunque las autoridades no elevaron el nivel de alerta «durante este período sísmico», escribe en su sitio. Este cierre estará vigente hasta el 16 de noviembre.
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Una serie de terremotos leves han sacudido en las últimas semanas la península de Reykjanes, donde se encuentra la “Laguna Azul”. Según el periódico islandés Vikurfrettir, unos 40 visitantes “aterrorizados” hicieron las maletas y abandonaron apresuradamente el sitio unas horas antes del anuncio oficial del cierre del sitio.
