Rusia anunció el domingo que había probado con éxito un misil balístico intercontinental capaz de transportar ojivas nucleares, desde un submarino nuclear de cuarta generación. El lanzamiento del misil Bulava, el primero en aproximadamente un año, se produce poco después de que Rusia revocara su ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE).
«El nuevo submarino nuclear estratégico Emperador Alejandro III disparó con éxito el misil balístico intercontinental Bulava» desde el Mar Blanco, afirmó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado. El misil alcanzó su objetivo ubicado en un campo de pruebas en la península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, «a tiempo», dijo.
Con un alcance de 8.000 kilómetros y 12 metros de largo, el Boulava (SS-NX-30 en la clasificación de la OTAN) puede equiparse con diez ojivas nucleares. El submarino Emperador Alejandro III, de la clase Borei, está equipado con 16 misiles Bulava, según informó el ejército ruso.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha estado en desacuerdo con el uso de armas nucleares, desplegando armas nucleares tácticas en el verano de 2023 en Bielorrusia, el aliado más cercano de Rusia, Moscú. El jueves, Vladimir Putin promulgó una ley que revoca la ratificación por parte de Rusia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, en un contexto de conflicto en Ucrania y crisis con Occidente.
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Abierto a la firma en 1996 y ratificado por Rusia en 2000, este tratado nunca entró en vigor porque hasta ahora sólo ha sido ratificado por muy pocos Estados, entre los 44 países que poseían instalaciones nucleares en el momento de redactar este informe. Estados Unidos no lo ha ratificado. Rusia, sin embargo, tiene intención de «seguir respetando la moratoria de los ensayos nucleares», a pesar de esta revocación, aseguró el viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.