La heredera al trono español, la princesa Leonor de Borbón, juró fidelidad a la Constitución el martes 31 de octubre, día en que cumplió 18 años, un paso imprescindible para suceder algún día como jefa de Estado a su padre, el rey Felipe VI.

Acompañada de sus padres, la reina Letizia, así como de su hermana menor, la infanta Sofía, Leonor de Borbón prestó juramento ante las dos Cámaras del Parlamento reunidas en sesión extraordinaria, un acto solemne que aprovechó prestado su abuelo, Juan Carlos I. en 1969 bajo la dictadura de Franco, luego su padre, en 1986 bajo la democracia.

Vestida con un elegante esmoquin blanco, Leonor prestó juramento sobre el mismo ejemplar de la Constitución que su padre 37 años antes que ella, bajo la tierna mirada de su padre, en presencia de la Reina y frente al presidente de la Cámara de Diputados. Francina Armengol. “Juro cumplir fielmente mis funciones, proteger y velar por la protección de la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, y ser fiel al rey”, declaró antes de ser aplaudida durante varios minutos por el hemiciclo. Visiblemente conmovido, el soberano besó entonces a su hija.

Llegó al Parlamento a las 11 de la mañana en un convoy oficial procedente del Palacio de la Zarzuela, cerca de Madrid, residencia de la familia real. El breve acto fue retransmitido en varias pantallas gigantes instaladas en la plaza Puerta del Sol de Madrid, así como en otros lugares de la capital española. Una multitud se reunió alrededor del Parlamento, ondeando banderas españolas y gritando “Viva España” mientras pasaba la familia real. Al ingresar al hemiciclo fue aplaudida antes de que sonara el himno nacional.

Al acto no acudió el rey emérito Juan Carlos I, abuelo de Leonor. Envuelto en repetidos escándalos durante la última parte de su reinado, tuvo que abdicar en 2014 antes de exiliarse en los Emiratos Árabes Unidos en 2020 y ahora es mantenido al margen por su hijo Felipe VI, que quiere dar al país una imagen de ejemplaridad. . Sin embargo, debería asistir a una ceremonia privada al final del día en el Palacio de Pardo, a pocos kilómetros de Madrid. Estuvieron presentes el primer ministro saliente, el socialista Pedro Sánchez, así como la actual vicepresidenta del Gobierno, la comunista Yolanda Díaz, líder del movimiento de izquierda radical Sumar, pero tres ministros miembros de Sumar brillaron por su ausencia.

Una parte de la izquierda radical, hostil a la monarquía, de hecho boicoteó la ceremonia, al igual que los representantes de los independentistas vasco, catalán y gallego, de obediencia republicana y que nunca asisten a las reuniones con el rey. “Ni monarquía, ni constitución. Democracia. Libertad. Repúblicas”, proclaman, en una declaración conjunta hecha pública el martes, tres partidos independentistas de izquierda: Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Bildu, formación vasca considerada heredera de la rama política de la organización armada ETA (hoy disuelta ), y el pequeño Bloque Nacionalista Gallego (BNG).

Los tres partidos pretenden expresar “el sentimiento de millones de personas en Cataluña, el País Vasco y Galicia que no reconocen ni protegen el régimen monárquico español (…) heredero de la dictadura” de Franco. A diferencia de su abuelo, sin embargo, Leonor goza de muy buena imagen y de gran popularidad en un país donde el debate sobre la monarquía es permanente.