Recordamos, hace cuatro años, el regreso triunfal de los Springboks, coronados en Japón y acogidos como héroes por millones de personas. El capitán Siya Kolisi y sus compañeros entregaron el trofeo durante días, visitando muchas ciudades y pasando por los municipios para compartir su felicidad.

El gran desfile es para mitad de semana, y el regreso al país de los cuádruples campeones del mundo. Pero, desde el sábado por la tarde, el júbilo y la euforia ya resonaban en las calles de muchas ciudades sudafricanas. Escenas de alegría que unen a la nación arcoíris, todos unidos detrás de los Springboks.

Presente en el Estadio de Francia el sábado por la tarde, el presidente de la República Sudafricana, Cyril Ramaphosa, no ocultó su alegría y su inmenso orgullo. Insistiendo en que fue el primer presidente en ejercicio que vio a los Springboks triunfar dos veces.

“El deporte tiene el poder de transformar a las personas y elevar la moral de naciones enteras”, declaró el Jefe de Estado. Esta noche (sábado por la noche), Siya Kolisi y los campeones del mundo nos brindaron una hazaña extraordinaria, inspirada e inspiradora, que eleva nuestros corazones y eleva nuestra bandera aún más alto.