Lo importante son los tres puntos. Lentos durante la mayor parte del partido, los Rémois se deshicieron del Lorient (1-0) por la mínima diferencia este sábado, durante la 10.ª jornada de la Ligue 1. Y esto, gracias a un gol de Josh Wilson-Esbrand, entró en juego. Esto a pesar de la expulsión de su entrenador Will Still en el segundo tiempo. En el ranking, el DEG ocupa, al menos provisionalmente, el cuarto lugar. Los Merlus son 12º.

En un primer tiempo generalmente cerrado en Auguste-Delaune, fueron los visitantes los que empezaron bien el partido. Durante los primeros diez minutos, los hombres de Régis Le Bris consiguieron retener el balón y encadenar centros. Pero rápidamente los Rémois tomaron el control de la situación. Munetsi inició el ataque, con un primer disparo bloqueado (9′). Teuma, muy activo en este primer acto, también probó suerte varias veces, en particular calentando los guantes de Mvogo en el minuto 13. Touré, muy destacado, fue inestimable para el Lorient al contrarrestar en numerosas ocasiones a los atacantes del Reims. En el minuto 35, Romain Faivre estuvo a punto de dejar aguantar a su equipo con un bonito disparo cruzado que salió desviado. 0-0 al descanso, con Will Still haciéndose oír desde su área técnica, no satisfecho con la actuación de sus hombres.

El segundo tiempo comenzó de la misma manera que el primero, con un balón dejado para los Rémois y contraataques para los Merlus. A pesar de los numerosos cambios realizados por ambos entrenadores, no ha habido mucho que reportar por parte de ambos equipos, aparte de la salida por lesión de Aiyegun Tosin. Para tener espectáculo tuvimos que esperar hasta el minuto 80, pero no en el campo. Al borde del campo, más precisamente. Molesto por el portero del Lorient Mvogo, que estaba ganando tiempo, Will Still recibió una tarjeta roja mientras se quejaba ante el árbitro. Fue su hermano, Nicolas Still, quien tuvo que gestionar el final del encuentro. Y el juego finalmente se animó. Wilson-Esbrand, que entró en juego unos minutos antes, cedido por el Manchester City al Stade de Reims, simplemente marcó un gol magnífico. Sacado por el lado izquierdo, pisó el pie derecho para enviar un suntuoso tiro rizado. Uno a cero (84′), resultado que pudo empeorar en el tiempo añadido con una zambullida de Salam sobre Mvogo, que remató desviado. Al final, Reims ganó 1-0, logrando así su tercera victoria en casa de la temporada.