Una gran novedad para el XV de la Rose. Derrotados por Sudáfrica en semifinales, los ingleses vencieron a Argentina (26-23) este viernes, en el Estadio de Francia, durante la pequeña final de la Copa del Mundo de Rugby. Es la primera vez en su historia que el XV de la Rosa, campeón del mundo en 2003 y subcampeón del mundo en 1991, 2007 y 2019, consigue el tercer puesto en el torneo mundial. Eliminados por Nueva Zelanda en semifinales, los Pumas aspiraban a igualar el mejor resultado de su historia, en 2007.

Este encuentro, los compañeros de Owen Farrell tuvieron un buen comienzo al despegar rápidamente (13-0, 13º) tras, en particular, el potente try del pívot de tercera línea Ben Earl (7º). Imprecisos durante casi todo el primer acto, los Pumas lograron recomponerse justo antes del descanso con el intento engañoso de Tomas Cubelli (26º), que se aplastó en la línea después de haber aprovechado el avance de sus delanteros en varios minutos. En el descanso, Inglaterra se adelanta por poco, 16 a 10.

A poco de regresar del vestuario, Santiago Carreras disfruta de un festival en la defensa inglesa donde, tras eliminar a Théo Dan y Ellis Genge, desconcierta a Marcus Smith con su explosión de velocidad para aplastarse entre los postes y reiniciar por completo esta pequeña final. Los Pumas tomaron ventaja en el partido por primera vez (17-16, 43). Pero esta felicidad durará poco. Desde la expulsión, el abridor argentino, definitivamente un jugador importante al inicio de la segunda parte, fue bloqueado en un intento de despeje y el hooker Théo Dan logró resistir el regreso de Juan Cruz Mallia para marcar el segundo try inglés (44º).

Detrás, este pequeño final ofrece una sucesión de imprecisiones de ambos lados a medida que el reloj avanza. Owen Farrell, imperial en su faceta anotadora (6/6, 16 puntos), encargándose de consolidar la ventaja anotadora de su equipo. En el minuto 76, Nicolás Sánchez tuvo la oportunidad de igualar pero su penalti se fue por la izquierda de los polacos. La suerte de los Pumas acababa de pasar e Inglaterra podía subir jubilosa al podio del Mundial. Un resultado inesperado hace apenas unos meses.