Nueva producción del colectivo Première Rénovation. Este viernes 27 de octubre, alrededor de las 10 horas, la famosa pirámide del Louvre en París fue rociada con pintura naranja por doce activistas medioambientales.

Uno de los activistas incluso subió a la pirámide, escapando así de la vigilancia de los agentes de seguridad, para lanzar bombas de pintura. Esta operación tiene como objetivo defender la causa de la “renovación térmica de edificios”.

En su declaración, los activistas del colectivo Première Rénovation acusaron al gobierno de aplicar una política que califican de “destructiva para nuestra humanidad”, al negarse a apoyar enmiendas a favor de la renovación térmica en la Asamblea Nacional. Los agentes de seguridad evacuaron rápidamente a los activistas del lugar.

No es la primera vez que el colectivo ecologista ataca lugares simbólicos. El Hôtel de Matignon, el Ministerio de Economía, la fachada del Ministerio de Transición Ecológica e incluso la plaza de Beauvau ya habían sido atacados. A pesar de la reciente condena de cinco activistas a una multa de 1.000 euros y 35.000 euros de indemnización por haber rociado con pintura la prefectura de Indre y Loira, Dernier Rénovation está aumentando sus acciones publicitadas en toda Francia con el objetivo de «denunciar la inacción climática».