Las autoridades de California retiraron el martes 24 de octubre a la empresa de vehículos autónomos Cruise el permiso para operar sus coches sin conductor, tras varios accidentes en San Francisco.

La Agencia de Vehículos Motorizados de California (DMV) notificó a la filial de General Motors que estaba “suspendiendo el despliegue de vehículos autónomos de Cruise y los permisos de prueba sin conductor, con efecto inmediato”, según un comunicado. El DMV cita un “riesgo irrazonable para la seguridad pública” y especifica que “no hay un límite de tiempo fijo para la suspensión”. Cruise puede seguir probando sus vehículos con un conductor de seguridad. “El DMV ha proporcionado a Cruise los pasos necesarios para solicitar el restablecimiento de sus licencias suspendidas, que el DMV no aprobará hasta que la compañía haya completado los requisitos requeridos a satisfacción del departamento”, afirma además el comunicado de la autoridad.

A principios de este mes, en San Francisco, un automóvil Cruise sin conductor atropelló a un peatón que acababa de ser atropellado por otro vehículo, conducido por una persona. La víctima fue hospitalizada en estado crítico, según los bomberos, y Cruise dijo en un comunicado sobre el incidente el martes que «espera que se recupere por completo». La filial señala que “no se ha encontrado al conductor humano responsable del accidente”. «La seguridad es el centro de todo lo que hacemos en Cruise: queremos reducir significativamente el número de personas heridas y muertas en nuestras carreteras cada año», enfatiza Cruise.

La empresa no respondió de inmediato a una solicitud de la AFP sobre la suspensión de su licencia. Cargados de cámaras y lidares (láseres de detección), los taxis eléctricos autónomos de Waymo (Google) y Cruise (General Motors) han invertido en San Francisco desde el año pasado, provocando debates cada vez más intensos sobre el progreso que aportan y los riesgos que presentan.

En agosto, la Agencia de Transporte de California concedió permiso a las dos empresas para ampliar sus servicios pagos en la ciudad. Pero poco después, las autoridades de carreteras pidieron a Cruise que redujera a la mitad su flota en San Francisco (50 coches activos durante el día y 150 por la noche) mientras investigaban dos colisiones, incluida una con un camión de bomberos.