TOPS
Más frescas, más lúcidas, las Canarias vencieron al Montpellier ante su público de Beaujoire (2-0). Se lo deben a un impecable Alban Lafont, que firmó su primer partido sin encajar gol esta temporada. Pero también al ex-Héraultais Florent Mollet. Anotador oportunista (44º), pidió disculpas a su antiguo club, pero no mostró piedad. Pudo marcar desde el principio con un disparo lejano que no se estrelló en el poste (9º). Con sus 25 pases en el último tercio contrario, el total más alto del partido, dio sentido al partido del Nantes para una preciosa victoria. Canarias ocupa el séptimo lugar en la Ligue 1.
Es uno de los jugadores, si no el más emocionante, de esta Ligue 1, si omitimos a un tal Kylian M. de París. Sobre el césped de Toulouse, Junya Ito volvió a marear a sus rivales. También pegó al palo en un disparo desde 18 metros (13º), cuando no golpeaba el balón con el pie (6 regates, 4 acertados). Así marcó la diferencia por la banda derecha para propiciar el gol de Amir Richardson (48º). Escurridizo, el japonés es una de las razones por las que Reims se marchó del Alto Garona con un punto (1-1).
fracasos
No podemos hablar de serenidad para describir al Montpellier ante el gol de Mollet. Pero eso no reduce la gravedad del error de Benjamin Lecomte, justo antes del descanso en Nantes. El portero del Hérault no entendió a Boubakar Kouyaté, que protegía el balón bajo la presión de un canario. Desenroscó su lanzamiento con el pie derecho, encontrando a Mollet que se apresuró a ajustarlo (44º). Un gol que condicionó la segunda parte para el MHSC, derrotado (2-0) y todavía 14º en la clasificación.
Si los postes contaran como goles, Reims habría eliminado rápidamente al Toulouse en el estadio. El defensa Yunis Abdelhamid casi conmocionó a todo un estadio con una devolución acrobática que encontró a Gabriel Restes (10º). Por detrás, Junya Ito consiguió el mismo resultado con un tiro lejano (13º). Luego, en un centro hacia atrás, César Gelabert desvió accidentalmente el balón que rodó lentamente hacia el poste, antes de que Rasmus Nicolaisen lo despejara desastrosamente (45.2). Con un poco más de realismo, los Rémois no habrían temblado. Finalmente sufrieron para arrebatarle un punto al empate (1-1).