La policía de Londres anunció el jueves 19 de octubre que estaba probando una controvertida tecnología de reconocimiento facial para combatir el hurto en tiendas, que ha aumentado debido a la grave crisis del coste de vida que azota al Reino Unido.

Durante esta fase de prueba que comenzó en octubre, doce comercios de la capital facilitaron a la policía imágenes de la treintena de personas que acudían más habitualmente a robar en sus establecimientos, tomadas mediante cámaras de videovigilancia o teléfonos, según un comunicado de la policía.

Los datos biométricos asociados a sus rostros, que podían recopilarse incluso cuando estaban parcialmente cubiertos, fueron analizados por un nuevo software que los comparó con fotografías de personas detenidas por la policía. De los 302 ladrones, la policía conocía a 149.

“Los resultados que hemos logrado hasta ahora realmente cambian las reglas del juego. Este uso del reconocimiento facial podría revolucionar la forma en que investigamos y resolvemos crímenes”, afirmó el jefe de policía de Londres, Mark Rowley, citado en el comunicado de prensa.

Después de desacelerarse durante la pandemia de Covid-19, los hurtos en las tiendas han aumentado en los últimos meses, y la crisis del costo de vida se debe en particular al aumento de los precios de los alimentos. Scotland Yard registró el año pasado cerca de 50.000 robos en Londres, lo que estima que esto representa sólo entre el 5% y el 10% de los delitos realmente cometidos.

En términos más generales, el hurto en tiendas aumentó un 25% en Inglaterra y Gales entre junio de 2022 y junio de 2023, con más de 360.000 infracciones, informó el jueves la oficina de estadísticas. Casi 90 líderes empresariales, entre ellos el gigante de los supermercados Tesco, las farmacias Boots y las librerías WH Smith, escribieron la semana pasada al Ministro del Interior para pedirle al gobierno que tomara medidas contra los delincuentes que están «robando tiendas».

El algoritmo utilizado para identificar a estos ladrones es el mismo que utilizó la policía para su controvertida tecnología de reconocimiento facial, en particular durante la coronación de Carlos III en septiembre. Esta tecnología, sin embargo, es criticada por ser intrusiva por organizaciones que defienden las libertades individuales, como Liberty, para quienes “no tiene cabida en nuestras calles, en nuestras tiendas ni en ningún otro ámbito de nuestra vida”.