El gobierno colombiano y la principal facción disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), que rechazaron el histórico acuerdo de 2016, iniciaron el lunes (16 de octubre) conversaciones de paz acompañadas de un alto el fuego de tres meses. «Hoy estamos formalizando esta etapa de la política de paz, de la política de vida: la fase de diálogo», anunció Danilo Rueda, Alto Comisionado para la Paz del gobierno.
Las conversaciones comenzaron en Tibú, en el noreste del país, en una región productora de hojas de coca, principal ingrediente de la cocaína, entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y el grupo conocido como «EMC-FARC » (por “Estado Mayor Central”). Las conversaciones debían comenzar el domingo pasado, pero fueron pospuestas una semana. Las negociaciones tienen como objetivo desmovilizar a 3.500 rebeldes y poner fin definitivamente a su insurrección armada.