La interceptación de un avión militar canadiense por aviones de combate chinos sobre aguas internacionales el lunes 16 de octubre es “peligrosa e imprudente”, afirmó el Gobierno canadiense, que mantiene relaciones diplomáticas muy tensas con China desde hace meses. “Estoy muy preocupado por la forma poco profesional en que se ha desarrollado esto. Para ser franco, fue peligroso e imprudente”, dijo el ministro de Defensa, Bill Blair. «Este tipo de comportamiento no es en modo alguno aceptable y se lo haremos saber a la República Popular China de la manera más apropiada», continuó el ministro.

Este último fue interrogado por los periodistas tras artículos de prensa que informaban que un avión chino se había acercado a sólo cinco metros de un avión de vigilancia canadiense que participaba en una operación de las Naciones Unidas destinada a imponer sanciones contra Corea del Sur. El incidente ocurrió sobre aguas internacionales frente a la costa de China, según medios canadienses, que llevaban periodistas a bordo del avión.

Las relaciones chino-canadienses se deterioraron significativamente hace cinco años cuando Canadá, a petición de Estados Unidos, arrestó a la directora financiera del gigante de las telecomunicaciones Huawei, Meng Wanzhou. Unos días después de este arresto, dos canadienses, el empresario Michael Spavor, y el ex diplomático Michael Kovrig, fueron arrestados en China, una medida entonces ampliamente percibida como una represalia. Aunque estas tres personas han sido liberadas desde entonces, las tensiones continúan entre los dos países: Beijing acusa a Ottawa de su alineación con la política china de Washington y las autoridades canadienses acusan regularmente a China de interferir en sus asuntos públicos.