Corresponsal especial en Ámsterdam “¡Estamos en casa, estamos en casa!” Los 2.700 seguidores de la selección francesa no rehuyeron la alegría en el magnífico Johan Cruyff Arena, comulgando con los ‘bleus’ para celebrar la clasificación para la Eurocopa. Al borde del terreno de juego, Didier Deschamps abraza a su plantilla mientras la lluvia cae con fuerza y vigor sobre el tejado del recinto de Ámsterdam. El trabajo está hecho. El objetivo conseguido. Hay que decir que los subcampeones del mundo, guiados por su genialidad como capitán Kylian Mbappé, autor de un doblete que le sitúa ahora por encima de un tal Michel Platini en la historia de los goleadores franceses, conservaron su lugar ante Holanda (1-2 ) Viernes por la tarde.
Por decimoquinta vez consecutiva, desde la Eurocopa de 1996, Francia estará presente en un torneo internacional, y esta clasificación recompensa a los clasificados perfectos hasta ahora con seis victorias en otros tantos partidos. Incluyendo dos contra Holanda. Una verdadera obra de arte. Aún quedan dos partidos, contra Gibraltar y Grecia (18 y 21 de noviembre), para concluir con el mismo tono y llegar a la Eurocopa del próximo verano (14 de junio-14 de julio) con plena confianza. No es ningún secreto, pero cuando tienes a Mbappé en tus filas, incluso en mala forma y en silencio durante cuatro partidos con el PSG, es más probable que pases veladas agradables. Este fue el caso el viernes por la noche, cuando el capitán de los Blues asumió sus responsabilidades y casi solo atormentó a la pobre defensa oranje dirigida por Virgil van Dijk. Por primera vez, recibiendo una magnífica acción iniciada por Coman y Clauss por el lado derecho, deliciosamente retransmitida por Griezmann, cuyo lanzamiento al primer toque permitió a los marselleses deleitar al parisino (0-1, 7º) con un penalti.
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Al igual que los más de 50.000 espectadores del Johan Cruyff Arena, atónitos y sin palabras, los hombres de Ronald Koeman se dieron cuenta rápidamente de que la velada iba a ser difícil. Sólo unas tímidas incursiones de Simons (27º) o Veerman (28º) les permitieron creerlo. El ahora cuarto máximo goleador de la historia de la selección francesa, de luto esta semana, volvió a salir de su palco para apagar a Holanda y a su público. Después de una deliciosa pared con Adrien Rabiot, Mbappé hizo su magia con un suntuoso derechazo desde fuera del área (1-2, 53). Genio. Y su séptimo doblete con los ‘bleus’, con sólo 24 años. Si el gol de Hartman (1-2, 83.) despertó al público holandés al final del partido, el valiente capitán casi apagó este ardor con un golpe en el larguero (86.), que podría haberle dado un hat-trick.
A pesar de un poco de calor tardío, Deschamps y su banda acabaron gestionando su ventaja en un estadio donde la afición francesa ya celebraba con la Marsellesa la clasificación para la próxima Eurocopa. Alemania los espera con ansias el próximo verano. Kylian Mbappé y sus socios llegarán allí con ambición. Como siempre.