El martes 10 de octubre, Estados Unidos calificó formalmente la toma del poder militar en Níger en julio como un golpe de Estado y, en consecuencia, anunció la eliminación de 442 millones de dólares en ayuda económica.
«Estamos tomando esta medida porque en los últimos dos meses hemos agotado todas las vías disponibles para preservar el orden constitucional en Níger», dijo a los periodistas un alto funcionario estadounidense.
El 26 de julio, los militares depusieron y detuvieron al presidente electo, Mohamed Bazoum.
El alto funcionario estadounidense dijo que, según sus propias reglas, los nuevos líderes deben restaurar el gobierno civil y democrático en un plazo de 90 a 120 días. «Con el tiempo, quedó claro… que no querían respetar estas normas constitucionales», añadió.
Según la legislación estadounidense, calificar una toma de poder como golpe de estado indica el fin de la ayuda al país en cuestión.