Argelia ha anunciado la aplicación de «medidas preventivas» para impedir la propagación de las chinches, tras la multiplicación de las denuncias en Francia, donde vive una importante diáspora argelina. En un comunicado de prensa publicado el jueves 5 de octubre y reproducido el viernes por los medios de comunicación, el Ministerio de Sanidad argelino anunció “la activación del sistema de vigilancia sanitaria mediante la publicación de una nota que contiene una serie de medidas preventivas que deben adoptarse para evitar cualquier desarrollo epidémico relacionado a insectos dañinos como las chinches, que constituyen una amenaza para la salud pública, en los puntos de entrada.

Estas medidas prevén “el control sanitario de aviones, barcos y transportes terrestres y su desinfección en caso de riesgos identificados por los empleados de los centros de control sanitario fronterizo y el refuerzo del control epidemiológico”.

Según la misma fuente, también se llevarán a cabo «limpieza y saneamiento periódicos de aeropuertos, puertos y terrenos, así como control y desinfección de equipajes y mercancías que puedan contener insectos nocivos». Decenas de aviones procedentes de aeropuertos franceses aterrizan diariamente en Argelia, también conectada con Francia mediante ferries.

En los últimos días, las chinches han causado pánico en Francia y han presionado al gobierno. Ha previsto una reunión interministerial sobre el tema para el viernes, según su portavoz, Olivier Véran, deseoso de «responder a la legítima inquietud de los franceses».

Desaparecidos de la vida cotidiana en los años 50, estos insectos que se alimentan de sangre humana reaparecieron hace unos treinta años en los países desarrollados, gracias a un estilo de vida más nómada y a un consumo que favoreció las compras de segunda mano y una mayor resistencia a los insecticidas. Según las cifras publicadas en julio por las autoridades francesas, más de uno de cada diez hogares del país se ha visto afectado por las chinches en los últimos cinco años.