El ejecutivo busca una solución a las chinches. Mientras muchos actores, desde las compañías aéreas hasta las redes ferroviarias, pasando por los cines, los hospitales, los establecimientos educativos y las empresas, han sido objeto de informes en los últimos días, el ejecutivo celebrará este viernes una reunión interministerial. Objetivo: responder a las preocupaciones de los franceses y evitar que la psicosis se propague.

«El calentamiento global está provocando un resurgimiento de estas chinches en todos los países occidentales», afirmó este miércoles el portavoz del Gobierno, tras abandonar el Consejo de Ministros. Cuando se trata de diversos aspectos, como «la economía, la salud, los transportes y el turismo», es necesario un «enfoque global», justificó Olivier Véran.

Organizada en Matignon, la reunión interministerial tendrá como objetivo encontrar una respuesta «rápida» y «eficaz» para afrontar el problema y responder a «la ansiedad de los franceses». También será necesario establecer un diagnóstico, en particular para comprender si este fenómeno se está desarrollando realmente. Se abordará la prevención y la reacción, así como la cuestión de la “atención” cuando la vivienda se ve afectada, explicó Olivier Véran.

Esta reunión se produce en un momento en que muchos actores, como el Ayuntamiento de París, las oposiciones políticas, la mayoría presidencial o la prensa extranjera, están preocupados por la explosión de informaciones en las últimas semanas. El ejecutivo, sin embargo, quiere ser tranquilizador, esperando contener el pánico: el miércoles al mediodía, el ministro delegado encargado de Transportes, Clément Beaune, afirmó que de los 37 casos comunicados a la SNCF y los diez a la RATP, ninguno había sido probado. El miembro del Gobierno llamó a “no caer en la idea de una aceleración o un resurgimiento” del fenómeno, ni en “psicosis o ansiedad”. Un punto de vista compartido por el Ministro de Salud, Aurélien Rousseau.