Fin del aplauso anunciado para el ticket de restaurante en papel. Uno de los compañeros de viaje de cientos de miles de empleados, que los utilizan cada día para pagar sus comidas, desaparecerá, anunció este lunes por la mañana el Ministro Delegado responsable de Asuntos del Consumidor. Objetivo: sustituir este objeto envejecido que cada vez más profesionales rechazan por una solución desmaterializada.
Desde finales de febrero, los restauradores y comerciantes que recogen vales de restaurante en papel tienen que procesarlos ellos mismos y luego enviarlos directamente a una de las organizaciones emisoras, como Edenred, y recibir su reembolso. Un cambio que supone una sobrecarga de trabajo para los profesionales. Previamente enviaban los valores al Centro de Liquidación de Valores, quien luego se encargaba de la parte administrativa. Por lo tanto, cada vez más de ellos ya no aceptan estos productos, cuya gestión es demasiado compleja: “Una cuarta parte de los restaurantes y comercios los rechazan”, explicó Olivia Grégoire, al micrófono de Franceinfo, señalando en particular “medidas demasiado pesadas”. Además, las importantes comisiones que se cobran hacen que este sistema sea poco atractivo para los establecimientos.
Por ello, el Gobierno lanzará la “desmaterialización de los vales de comida”, que pronto tendrán que ser todos en formato tarjeta o 100% virtuales. El ejecutivo quiere haber completado esta transición “antes de 2026”, prometiendo apoyar a las empresas que todavía dependen de los títulos en papel. “También apoyaremos a los empleados […]. “Es simplificar, hacer que al dueño del restaurante le resulte menos costoso coger entradas de restaurante”, explicó el ministro delegado.
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Por tanto, el ejecutivo dialogará con representantes de las empresas, y en particular de las PYME, para identificar los puntos de bloqueo. Por su parte, los gigantes del sector ya apoyan la desmaterialización: “Está claro que desde el lanzamiento de la tarjeta de vale de comida y luego de la versión desmaterializada, el vale de papel es menos popular”, señala Edenred en su sitio.
Al mismo tiempo, el gobierno también está esperando los resultados de una investigación de la Autoridad de Competencia sobre el mercado de vales de comida para determinar si es “justo”. En caso de que se compruebe una disfunción, el gobierno amenaza con limitar las comisiones cobradas por las organizaciones, actualmente fijadas entre el 3% y el 5%. En caso de problema, “preferiremos taparlos en el suelo que en el techo”, advirtió Olivia Grégoire. Tantos puntos que los casi cinco millones de empleados que utilizan estos títulos a diario examinarán detenidamente.