Por más advertencias, su territorio no se someterá a ellas. Este es, en esencia, el mensaje enviado el sábado por el jefe de la región Auvernia-Ródano-Alpes LR, Laurent Wauquiez, sobre el tema de la “artificialización neta cero” (ZAN), en la que no participará. Este dispositivo, que califica de “ruralicida”, pretende frenar la hormigonación de los suelos de aquí a 2050, limitando drásticamente la superficie de suelo edificable.

La decisión unilateral del jefe regional provocó rápidamente una reacción en el campo presidencial. El portavoz del gobierno, Olivier Véran, invitado el domingo a BFM, esperaba que se impongan «sanciones» a Laurent Wauquiez si éste retira, como anunció, su región AURA de la «ZAN». “Si no respeta la ley, espero que efectivamente haya sanciones”, insistió.

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Mientras Laurent Wauquiez daba el domingo un primer paso hacia su candidatura al Elíseo, Olivier Véran se burlaba de un hombre que “tal vez aspira mañana a ser Presidente de la República” y que le dice: “No voy a respetar la ley porque no No me gusta. ¡Enorme!». Al mismo tiempo, en el programa Franceinfo, el presidente de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, coincidió: «No se puede ser un funcionario electo de la República y eludir las leyes aprobadas por el Parlamento, eso no existe».

Más temprano en X (ex-Twitter), el ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, recordó que la ley se aplica a “todos”. «No puede tomar la opción fácil negándose a participar en la transición ecológica de nuestro país y enfrentando los territorios entre sí», reaccionó. La misma historia en los bancos ecologistas, donde el alcalde de Burdeos de la EELV, Pierre Hurmic, criticó la “demagogia a todos los niveles” del presidente regional.

El sistema impugnado surge de la ley de Clima y Resiliencia, adoptada en 2021, que encomienda a las regiones la tarea de fijar un objetivo de reducción de la concreción del suelo. Con el horizonte de reducir a la mitad, para 2031, el consumo de espacios naturales y agrícolas respecto a la década anterior, hasta alcanzar la “artificialización neta cero” en 2050.

En julio, ante las preocupaciones de los alcaldes, se votaron flexibilizaciones con respecto al texto de 2021, en particular la creación de una “garantía rural”, un derecho a construir de al menos una hectárea, asignado a los municipios y mutualizable con otros. También se contabilizarán por separado los grandes proyectos de alcance nacional.