Es una de esas notificaciones a las que ya no prestamos atención. Pero es un error, ya que desde hace unas horas, una página que indica que sus datos personales se utilizarán para alimentar la IA generativa de Instagram y Facebook, filiales de Meta, comenzó a aparecer en los teléfonos inteligentes de los usuarios franceses.
Bajo la apariencia de un clásico “Cambio de Política de Privacidad”, los términos son claros: “Para poder ofrecerle estas experiencias, ahora nos basaremos en la base legal de nuestros intereses legítimos para utilizar su información para desarrollar la ‘Meta AI’. . Estas actualizaciones entrarán en vigor el 26 de junio de 2024. Novedad que no dejó de hacer reaccionar a algunos usuarios de X (ex-Twitter):
La empresa matriz de Instagram y Facebook había afirmado su deseo de desarrollar su IA. «Meta invertirá entre 30.000 y 37.000 millones de dólares este año, lo que ilustra su determinación», explicó el director de producto de Meta, Chris Cox, a Le Figaro en abril.
Pero para aspirar a competir con Google con su Gemini AI o el Chat GPT de OpenAI, Meta AI debe alimentar sus recursos. El grupo pretende utilizar “el contenido que creas, como publicaciones, comentarios o archivos de audio”, o incluso “los mensajes que envías a empresas, cuentas profesionales o Meta (como la tecnología de inteligencia artificial de Meta)”, tal como los que recibir de ellos. La plataforma pretende tranquilizarle sobre sus intercambios con sus seres queridos: “no utilizamos el contenido de sus mensajes privados intercambiados con sus amigos y familiares para el entrenamiento de nuestros modelos de IA”.
Y los “intereses legítimos reclamados” de los que habla Meta en el pequeño aviso que recibió incluyen los siguientes: “Crear, proporcionar, respaldar y mantener tecnología de inteligencia artificial”.
En la pantalla aparecen las palabras “derecho a oponerse” en inglés. Meta le recuerda su derecho a oponerse en el contexto de esta actualización de la política de datos. Pero no será tan sencillo hacer valer este derecho, ya que Meta pide al usuario que justifique los motivos de su oposición y especifica que se aplicará, siempre que se “tenga en cuenta”.
El formulario a rellenar, normalmente accesible desde la página de política de privacidad de Meta, redirige a un enlace de Facebook que no parece funcionar en este momento, aunque algunos usuarios X parecen haber podido acceder a él.
Este derecho forma parte de la DMA (Digital Markets Act), o regulación de los mercados digitales, que obliga a Meta a proporcionar más control a los usuarios sobre el uso que el grupo hace de sus datos.