¿Estamos mirando demasiado las urnas en la Asamblea Nacional? Mientras que la última oleada de la encuesta “rolling” de Ifop-Fiducial para Le Figaro, LCI y Sud Radio, publicada el miércoles, confirma el liderazgo asumido por el jefe de lista de RN, Jordan Bardella, en esta campaña, estimado en un 32,5% de la intención de voto. , – 15 puntos por delante de su principal rival Valérie Hayer -, la presidenta de los diputados nacionalistas Marine Le Pen ya anticipa los resultados electorales que tendría su partido. De viaje estos días por Reunión, el ex candidato presidencial anunció este miércoles en BFMTV: en caso de una victoria espectacular de la lista nacionalista el 9 de junio, Emmanuel Macron “tendrá que asumir su responsabilidad”.

Según la ex jefa de la RN, que tiende a ganar altura en la política cotidiana en su operación de «normalización», «desde el momento en que él (el presidente, ndr) sufre un fracaso electoral, si acaso ocurre ese fracaso electoral, sí por supuesto, debe sacar las consecuencias y disolverse para que la representación nacional refleje la voluntad del pueblo francés. Sin creer en esta hipótesis, Marine Le Pen “nunca ha visto a Emmanuel Macron correr el más mínimo riesgo”.

Un poco más temprano el miércoles por la mañana, su sucesor al frente del partido nacionalista había hecho la misma petición al Jefe de Estado. «Cuando estamos en el poder, cuando estamos a entre 10 y 15 puntos del primer partido de la oposición, hay un problema, no de legitimidad, sino de credibilidad para la mayoría presidencial», argumentó Jordan Bardella en BFMTV. Según él, “las elecciones europeas son la única ocasión, la única elección nacional del mandato de cinco años, que debería permitir a los franceses expresarse sobre la política gubernamental, hacer oír su ira ante Emmanuel Macron y, por tanto, designar al movimiento político que será el encargado de preparar la alternancia».

Para el jefe de la RN, “el Presidente de la República no tendrá otra solución que volver a las urnas”. Si el partido de la llama expresa esta petición por primera vez en la campaña europea, es costumbre que lo haga. Cada derrota del ejecutivo existente o cada crisis política o incluso parlamentaria es una oportunidad para que sus lugartenientes pidan una solución que sólo el Presidente de la República puede implementar: la disolución.