Le Figaro Niza

Esto no es nuevo, pero lo confirman cifras elocuentes: cada vez es más difícil encontrar alojamiento en una parte de la Costa Azul y, en particular, en tres grandes ciudades emblemáticas de los Alpes Marítimos: Niza, Antibes, y Cannes. En tres años, la disponibilidad de propiedades en alquiler en estos municipios a orillas del Mediterráneo ha caído casi un 60%, calculó el sitio especializado SeLoger en su último estudio publicado a principios de 2024. Una tendencia nacional en la que destacan estos tres populares pueblos de la Riviera se sitúan en la gama alta, pero todavía por detrás de París, donde la oferta de alquiler cayó un 74% durante el mismo período.

Es en la capital de la Riviera donde, según los datos de SeLoger.com, es más complicado encontrar un techo para el alquiler a largo plazo (-63,5%), seguida de Antibes (-61,5%) y luego Cannes (-59,2%). ). El estudio clasifica las 50 ciudades francesas más grandes y la gran mayoría está experimentando una disminución en su parque de alquileres. Al mismo tiempo, los alquileres siguen aumentando durante tres años. Los aumentos ascienden ahora al 11,9% en la ciudad de Christian Estrosi, al 8,9% en la del alcalde Jean Leonetti y al 7,2% en la comunidad liderada por David Lisnard.

Esta tendencia podría explicarse porque un gran número de hogares no se lanzan a comprar debido a que los tipos de interés siguen siendo demasiado elevados y, en consecuencia, ocupan sus viviendas de alquiler durante más tiempo, explica un representante de SeLoger. Las limitaciones de las renovaciones energéticas para permitir la entrada de nuevos inquilinos también bloquearían a los propietarios, que pueden carecer de los medios para realizar las obras adecuadas. También se puede mencionar la falta de nuevas construcciones.

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Pero en la Costa Azul se destacan los alojamientos turísticos del tipo Airbnb. Dado que la región y estas ciudades en particular siguen siendo atractivas durante todo el año, las ofertas aumentan. Al alquilar sus propiedades por períodos cortos y sucesivos, los propietarios pueden ganar más dinero. Sin embargo, el municipio de Niza intenta, en la medida de sus posibilidades, regular este mercado especulativo. Había prohibido la inclusión de apartamentos en Airbnb sin el acuerdo previo de los copropietarios antes de que una reciente decisión judicial anulara esta norma. Y sigue rastreando las cajas de llaves que abundan en las calles.

«Hay una gran invasión de Airbnb, pero es una combinación de los tres parámetros», confirma Dany Rousselin, vicepresidente y miembro fundador del club inmobiliario de la Costa Azul, una asociación que cuenta con 110 profesionales del sector. Hay un desajuste entre oferta y demanda, el parque de alquiler está saturado”, añade. Otras ciudades, como Aix-en-Provence y Burdeos, también superaron la caída del 50% en tres años en su parque de alquileres. Cifras que reflejan una vez más la crisis inmobiliaria que atraviesa el país.