Más de ocho de cada diez habitantes de Isla de Francia consideran que su región está superpoblada, según un estudio de Verian encargado por el Colegio de Arquitectos de Isla de Francia y presentado el miércoles, que también muestra escepticismo hacia la densificación. Alrededor del 82% de los encuestados por el instituto creen que su región «está superpoblada en términos de capacidad de recepción y espacio». La región más poblada del país, Île-de-France, tiene 12,4 millones de habitantes, o el 18,1% de la población francesa para menos del 2% del territorio. El 71% de los encuestados también dice estar preocupado por el aumento de la densidad de población en su región.

La densidad está más bien asociada a características negativas: ruido, contaminación, calor, construcciones de hormigón, hacinamiento, dificultad para encontrar vivienda, etc. La mayoría de los encuestados considera que la densidad tiene un impacto negativo en su calidad de vida (41%, frente al 22% que juzga este impacto es neutro y 21% positivo). Los parisinos, casi igualmente divididos sobre la cuestión, son una excepción. La densificación, vista como un medio para reducir la expansión urbana y alcanzar el objetivo fijado en la ley de artificialización neta cero (ZAN), es objeto de debates delicados que afectan a los estilos de vida. Así, si el 81% de los habitantes de Isla de Francia consideran que el objetivo ZAN es bastante bueno, la mayoría de las soluciones concretas para aplicarlo reciben una acogida mixta o incluso una oposición abierta.

Sólo la transformación de oficinas y espacios desocupados en viviendas logra consenso (88% a favor). El hecho de favorecer la vivienda colectiva frente a la vivienda individual divide (45% a favor, 40% en contra), al igual que la adición de pisos a los edificios existentes (40% a favor, 52% en contra) o la densificación de las zonas residenciales (34% a favor, 55%). % contra). Entre las medidas que suscitan hostilidad entre los encuestados, se encuentran limitar el tamaño de los jardines (26% a favor, 67% en contra), reducir la superficie de las viviendas (22% a favor, 69% en contra) y eliminar espacios verdes para construir viviendas (13% a favor, 83% en contra).

Los menores de 35 años, y en menor medida los residentes del centro de la ciudad, se oponen significativamente menos a la densificación. A mediados de febrero, el Primer Ministro, Gabriel Attal, prometió inversiones para favorecer la elevación de edificios o la construcción de viviendas adicionales en terrenos ya ocupados. Encuesta realizada entre una muestra de 1.003 residentes en Isla de Francia mayores de 18 años, según el método de cuotas.