Influencers en Desde la tumultuosa adquisición del antiguo Twitter por parte de Elon Musk en 2022, la plataforma ha reactivado miles de cuentas que habían sido suspendidas e introducido un sistema de verificación pago que alimenta las teorías de conspiración, explican los analistas.

Algunos usuarios comparten contenido ofensivo o información falsa para aumentar las interacciones con su contenido y así ganar dinero a través de un programa de ingresos publicitarios reservado para cuentas certificadas. “Hoy en día, los polemistas incitan deliberadamente al odio para conseguir clics y ganar visibilidad y, por extensión, más dinero”, explica el analista Imran Ahmed, director del Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH).

La red ha experimentado una avalancha de información falsa sobre el conflicto entre Israel y Hamás, alentada por personalidades como el estadounidense Jackson Hinkle, pro palestino y muy influyente que mostraba en vídeos los bombardeos iraníes sobre bases militares estadounidenses en Irak. Mediante una búsqueda inversa de imágenes, la AFP demostró que en realidad se trataba de un ataque en el Kurdistán iraquí. Jackson Hinkle también afirmó que Yemen había declarado la “guerra a Israel” en apoyo al pueblo palestino. Si bien los rebeldes hutíes yemeníes han atacado objetivos vinculados a Israel en el Mar Rojo, ni ellos ni el gobierno de Yemen han declarado formalmente la guerra a Israel.

Además de recaudar miles de dólares a través de plataformas de financiación colectiva, Jackson Hinkle también ofrece “contenido premium” a sus suscriptores en X por tres dólares al mes. Contactado por la AFP, Jackson Hinkle, cuyas publicaciones alcanzan regularmente millones de visitas, se negó a comentar sobre los ingresos generados en X y prefirió criticar la cobertura mediática de las guerras en Ucrania y Oriente Medio. Según cifras del CCDH, Jackson Hinkle gana al menos 3.000 dólares al mes gracias a sus suscriptores. En agosto pasado, dijo que había ganado alrededor de 1.700 dólares por ingresos publicitarios de sus publicaciones.

Según el analista Imran Ahmed, Elon Musk ha creado una red “al revés” donde las fuentes oficiales “luchan por ser escuchadas” y “aquellos que mienten y atizan el odio son puestos en un pedestal”. La plataforma no respondió a las solicitudes de comentarios de la AFP.

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Para ser elegible para formar parte del programa de ingresos publicitarios de X, los usuarios deben pagar ocho dólares al mes por una cuenta premium y tener al menos 500 suscriptores. En 2023, Elon Musk anunció que las publicaciones acompañadas de una nota -que debe ser creada por un usuario- que contextualice mensajes cuestionables o erróneos no podrían generar ingresos. Con esta decisión, el multimillonario indicó que quería favorecer la “precisión” más que el “sensacionalismo”. Pero Jack Brewster, que trabaja para la plataforma contra la desinformación NewsGuard, dijo a la AFP que X a menudo no corrige las publicaciones virales con desinformación.

En octubre, NewsGuard analizó 250 publicaciones en la red social que contenían desinformación sobre la guerra entre Israel y Hamás. Sólo un tercio de estos mensajes contenían una nota de moderación. Posteriormente, NewsGuard identificó anuncios de 86 empresas, incluidas marcas importantes y organizaciones sin fines de lucro, vinculados a la desinformación sobre Israel y Hamás, incluido un anuncio de la Policía Federal de Estados Unidos (FBI) publicado bajo un vídeo de Jackson Hinkle que había generado millones de visitas. La publicación no estuvo sujeta a ninguna moderación, según NewsGuard.

“Estas notas no se adaptan a todos los contextos”, explica Jacob Shapiro, investigador de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, que participó en un grupo asesor para el programa de moderación de X antes de su adquisición por parte de Elon Musk. Confiar en el “único trabajo voluntario” de estas notas para impedir la monetización de publicaciones engañosas que circulan en la plataforma es “poco realista”, concluyó.